El pasado fin de semana, el cuerpo del actor de Glee, Cory Monteith, que interpretaba a Finn, fue encontrado muerto en un hotel de Canadá, y aunque poco a poco se irá dando a conocer más información, por lo pronto sale a la luz la producción en la que hizo su última aparición.

Se trata del thriller policiaco McCanick, en donde Monteith interpretó a un drogadicto que es enviado a prisión por cargos de homicidio, papel que llama la atención debido a los problemas que tuvo que enfrentar en la vida real con los estupefacientes a principios de año.

“Él era muy abierto sobre sus problemas de drogas, y me dijo que quería mostrar lo que desde su juventud no había podido expresar como actor”, explica a Los Angeles Times el director Josh C. Waller.

Aunque McCanick aún está en post producción, Cory Monteith tuvo la oportunidad de ver una parte terminada, de la cual asegura el realizador “se sentía agradecido por hacerla, y estaba muy orgulloso”.