El intérprete, nacido en Montevideo en 1954, estaba ausente de los escenarios desde hacía más de dos años y padecía una enfermedad gástrica, según apuntan medios locales, aunque todavía no están confirmadas las causas del deceso.

Hijo de un coronel del Ejército argentino exiliado en Uruguay, Urdapilleta se desarrolló a lo largo de su carrera como actor, guionista y escritor.

En la adolescencia, se instaló junto a su familia en Buenos Aires, y nada más terminar el colegio estudió teatro.

Con 22 años se fue a vivir a Europa, donde trabajó como ayudante de mayordomo en Londres y en España, ciudades en las que prosiguió con sus estudios de teatro hasta que regresó a Argentina en 1980.

En los 90 trabajó junto a Batato Barea y Humberto Tortonese y otros artistas en el Parakultural, un centro artístico multidisciplinario en Buenos Aires.

Entre sus espectáculos más importantes figuran “Alfonsina y el mal”, “El método de Juana”, “La carancha”, “Mamita querida”, “Poemas decorados”, “Carne de chancha”, “Urdapilleta en llamas” y “La moribunda”.

En televisión, participó en el programa de humor “El palacio de la risa”, de Antonio Gasalla.

Más tarde, actuó en la miniserie “Tumberos” de Adrián Caetano, y destacó en programas como “Gasalla 91”, “Tiempo final”, “Sol negro” y “Mujeres asesinas”.

A lo largo de su carrera Urdapilleta obtuvo dos premios ACE por su papel de Polonio en “Hamlet” y por “El relámpago”.

También recibió un Martín Fierro por su interpretación de El Seco en “Tumberos” y un premio Astor a Mejor Actor por la película “Adiós, querida Luna”.

Su último trabajo fue en la película “Un paraíso para los malditos”. EFE