Don Alejo (Roberto Moll) no pudo callar más la farsa sobre su salud, por eso acudió a Don Gilberto (Gustavo Bueno) para confesarle que inventó el cuento de estar desahuciado para lograr el perdón de su hija Charito (Mónica Sánchez).

Horrorizado, Gilberto le dijo que convocaría a toda la familia para revelar públicamente la verdad, pero su compadre le pidió que no lo delate o podría perder a su hija para siempre.

En solidaridad con su amigo, Don Gilberto le dio el plazo de una semana para confesar todo o sería él que acabe con esa mentira. Sin embargo, no pudo evitar sentirse triste al saber que una amistad de tantos años se había aprovechado de la buena voluntad de su familia.

No contento con comprometer a su camarada, Don Alejo se escapó de la casa en motocicleta para ir en busca de anticuchos. En su ausencia, Charo regresó a su habitación comprobando que su padre no se encontraba ahí.