Un terremoto se vivió en la familia Maldini cuando Francesca (Ivonne Fraysinett) anunció quien de la familia sería representante de las empresas familiares, en una llamada telefónica desde la cárcel.

Cuando todos pensaban que algunos de ellos sería el elegido, la matriarca de la pudiente familia afirmó que Isabella (Karina Calmet) sería la responsable de los negocios familiares, ante el gran estupor de todos.

La decisión de Francesca provocó la molestia general y todos los miembros de la familia discutieron, yéndose a su cuarto cada totalmente indignados.