En medio de la divertida fogata que había organizado Miguel Ignacio de las Casas en su oficina al lado de su secretaria, la Srta. Ordinola con algunas amigas, a la cual llegaron Lucho González, Tito y Pepe, llegó de improviso Reina Pachas alertada por algo raro que ocurría en la oficina de la Constructora.

Cuando Reina llegó se dio cara a cara con la candente escena en la que cada uno de los hombres abrazaba a una de las jóvenes modelos, quienes se mostraron muy cómodas entre sus brazos.

Tras un ataque de rabia, tristeza y celos, llegó a su casa a decirle a sus hijos que se divorciaría de su padre por la infidelidad que acaba de descubrir con sus propios ojos.

Horas más tarde, Lucho, Pepe y Tito llegaron a la casa de los González con el temor de lo que una iracunda Reina estaría dispuesta a hacer, temiendo que se lo confiese a la esposa de Miguel Ignacio y así destruir también su matrimonio.