Hotel Cecil: una historia de suicidios, muerte y asesinos seriales

Uno de los lugares más famosos en los Estados Unidos por los trágicos sucesos que han ocurrido a lo largo de las décadas es el Hotel Cecil, que hoy más que nunca resuena en el mundo entero por la misteriosa muerte de la estudiante canadiense Elisa Lam, pero que también ha sido sitio de suicidios, muertes inexplicables, así como el refugio para más de un asesino serial.

Para conocer su particular historia debemos remontarnos hasta los años 20 del siglo XX cuando es estrenado como un hotel para la población acomoda de Los Ángeles, California. Sin embargo, cuando vino la Gran Depresión desde el año 1929, el Hotel Cecil comenzó a perder su clientela clásica para convertirse de a pocos en uno de parada para sectores sociales mucho más bajos.

Desde entonces, el Cecil se caracterizó por ser un hotel de “mala muerte” ubicado en una zona que con los años se convirtió en una de las más violentas de Los Ángeles, ‘Skid Row’, donde la trata de personas, el narcotráfico, los asesinatos, los robos, como la prostitución son el pan de cada día.

Sobre los años 90’s, nuevos dueños se hicieron con la propiedad del Cecil, teniendo que lidiar no solo con su fama de hotel de paso, para gente de dudosa reputación, pero también con los programas sociales que hacían de este edificio departamento para personas con escasos recursos.

Sin embargo, en 2013 el Hotel Cecil tomaría una particular fama que trascendió a los Estados Unidos cuando la estudiante canadiense Elisa Lam murió de forma extraña, un caso que hasta el momento no ha sido resuelto, a tal punto que se sigue descociendo si su fallecimiento se debió a un suicidio, un accidente o un asesinato.

✍ Extraños suicidios y homicidios

Fue el caso de Elisa Lam la que sacó fuera de las fronteras estadounidenses la fama de lugar oscuro que este hotel tiene en la costa este de dicho país, y de cómo desde sus primeros años fue el lugar de extraños sucesos, siempre relacionados a hechos trágicos.

En ese sentido, el primer caso reportado como suicidio en el Hotel Cecil tuvo lugar en 1931, cuando el ciudadano de 46 años W. K. Norton optó por quitarse la vida tras ingerir veneno. Un año después, en 1932, un joven de 25 años también terminaría con su existencia.

Las historias de muertes y desapariciones comenzaron a sumarse en el Cecil conforme el hotel iba perdiendo su categoría para clientes con un importante poder adquisitivo para ser la parada de gente desamparada, personas de dudosa procedencia. Por el ello, en 1944 se reportó que una mujer se arrojó desde la ventana de su habitación mientras sostenía a su bebé a poco de dar a luz. Las autoridades informaron que la joven habría entrado en pánico.

Este patrón de aventarse al vacío desde las ventanas del Hotel Cecil se repetiría en diversas décadas, como el caso Helen Gurne en 1954 o el de Julia Moore y Pauline Otton, ambas en 1962.

Conforme más marginal se convertía el Cecil, aumentaba el número de tragedias en sus estancias, al punto que el hotel comenzó a hacerse conocido como “The Suicide” (el suicidio).

✍ Casos más sonados

✅ La Dalia Negra

El primer gran caso de homicidio relacionado al Hotel Cecil tuvo lugar en 1947 cuando acaeció la muerte de Elizabeth Short, quien pasaría a la inmortalidad tras ser bautizada como la ‘Dalia Negra’.

Short era una joven aspirante a actriz que buscaba su gran oportunidad para aparecer en la pantalla grande, para lo cual tuvo varios trabajos de camarera, buscando ahorrar el dinero para llegar a Hollywood a cumplir sus sueños.

Llegada a Los Ángeles, Elizabeth vivió en diversas pensiones y hospedajes, entre ellos el Hotel Cecil.

Pero los sueños de Elizabeth nunca pudieron realizarse, pues el 15 de enero de 1947 se encontró su cuerpo sin vida en un descampado del distrito Leimert Park. Estaba desnuda, mutilada y partida por la mitad. Una de las vejaciones que sufrió fue que tenía una gran cicatriz que iba desde las orejas hasta la boca.

A pesar de que hubo una serie de sospechosos, la policía no dio con el culpable por falta de pruebas.

Una de las curiosidades de su muerte es el relato de un comerciante, quien detalló que la encontró caminando sola por las calles, le ofreció llevarla su lugar de residencia, Short le pidió ir hacia el Cecil, lugar donde se alojaba. Esa noche, la recepcionista del hotel aseguró verla salir por última ocasión.

✅ La muerte sin resolver de la telefonista

En 1964, ocurrió un hecho policial que conmocionó a toda la localidad, la muerte de una operadora telefónica, donde a pesar de los esfuerzos hechos por la policía, nadie vio ni oyó nada respecto a la muerte de esta mujer.

La telefonista, identificada como Goldie Osgood, quien recién se había jubilado, la cual era muy conocida por el personal del hotel, quien debido a su afición de sentarse a dar de comer a las palomas en un parque cercano a la estación Persin Square, fue bautizada con el apodo de ‘Pigeon Goldie’.

Sin embargo, poco tiempo después encontraron su cuerpo sin vida en una de las habitaciones del Cecil en la que se hallaron las gorras que solía usar, así como una bolsa repleta de alpiste.

La autopsia reveló que Osgood fue agredida sexualmente, con evidencia de haber sido apuñada y estrangulada.

Tras descartar a su esposo como presunto autor del asesinato, lo único que se consiguió fue un posible sospechoso en la figura de Jacques B. Ehlinfer, un hombre de unos 30 años, de quien se supo merodeaba la estación que frecuentaba ‘Pigeon Goldie’, pero por falta de pruebas fue liberado.

✅ La parada del ‘acosador nocturno’

La década de los 80´s fueron el periodo de la historia estadounidense donde irrumpieron los asesinos seriales, todos estos brutales criminales sedientos de sangre que llenaron las páginas policiales y los noticieros de la época aterrorizando a toda una nación.

Uno de los más infames es Richard Ramírez, quien fue bautizado por la prensa como ‘Night Stalker’ (el acosador nocturno), un asesino y violador que se caracterizó por su perversidad y por hacer apología a cultos satánicos que causaron gran impacto en la sociedad de ese entonces en los Estados Unidos.

Sus ataques rápidos y su escape igual de fugaz lo hicieron un objetivo difícil de atrapar para la policía, pero tras su arresto se supo que Ramírez tuvo su residencia, por un corto tiempo, en el Hotel Cecil en algún punto de 1985.

La parada del ‘Night Stalker’ en el Hotel Cecil fungió como el escondite perfecto, ya que su ubicación en un barrio violento, donde la policía prácticamente no patrullaba, lo hizo el lugar idóneo para perder el rastro a los investigadores.

En su historial psicopático, Richard Ramírez cometió más de una docena de asesinatos, numerosos intentos de homicidios, 9 violaciones a mujeres y niños y 14 allanamientos de morada, delitos por los que fue condenado a la pena de muerte, pero mientras esperaba su ejecución, murió en 2013 a causa de una insuficiencia hepática.

✅ Un austriaco instalado en el Cecil

En 1974, el austriaco Johann Unterweger, conocido como ‘Jack’, cometió su primer asesinato a una mujer alemana, Margaret Schäfer luego de estrangularla con su propio sujetador. La justicia de dicho país lo condenó a cadena perpetua.

Estando encarcelado, Jack se dio a la literatura y entre rejas escribió su propia biografía, pero también poemarios, obras de teatro y cuentos, lo cual generó popularidad entre intelectuales relacionados a la izquierda austriaca lo defendieron y enviaron sendos pedidos de perdón para Unterweger.

Esto lograría tener éxito cuando el 23 de mayo de 1990 es puesto en libertad. Sin embargo, una vez en la calle, Jack Unterweger reinició su accionar delictivo cometiendo, aproximadamente, 6 asesinatos. Ante esto, la policía comenzó a reducir su espacio de acción.

Pero, como golpe de suerte, en 1991 fue contratado por una revista austriaca para hacer cobertura del crimen en la ciudad de Los Ángeles y describir las diferencias entre la criminalidad de los Estados Unidos comparada con la de Europa.

A su llegada a Los Ángeles, Unterweger se hospedó en el Hotel Cecil (muchos creen que fue un guiño a Richard Ramírez, pues el austriaco sabía que el ‘Night Stalker’ estuvo allí), así como conocer a un policía al cual acompañó en sus incursiones a las zonas rojas de dicha urbe.

Sin embargo, a pesar de estar en otro país y por temas laborales, Jack no detuvo su sed de sangre pues llegó a asesinar a tres prostitutas identificadas como Shannon Exley, Irene Rodríguez y Sherri Ann Long. El patrón de los asesinatos era el mismo que los reportados en el Viejo Continente, es decir, estrangulamiento con sus propios sujetadores, así como la agresión sexual.

Se cree que no solo se hospedó en el Hotel Cecil, sino que ultimó a estas mujeres en su propia habitación.

Unterweger fue arrestado en Miami por el FBI el 27 de febrero de 1992, llevando meses como fugitivo. En Austria, fue acusado por 12 homicidios y condenado a cadena perpetua sin posibilidad a redención. El 29 de junio, en su celda, Jack se quitaría la vida tras colgarse en su propia celda con una cuerda hecha de su cinturón y los pasadores de sus zapatos.

✍ El Hotel Cecil en Netflix

Haciendo eco de su fama que ha superado las fronteras de los Estados Unidos, y que es toda una celebridad en redes sociales, Netflix estrenó el pasado 10 de febrero la serie documental ‘Escena del crimen: desaparición en el Hotel Cecil’, el cual se centra en la misteriosa muerte de la canadiense de origen chino de 21 año, Elisa Lam, en 2013.

Sin embargo, teniendo como marco el oscuro caso de la estudiante, el documental de la plataforma de streaming también se centra en casos anteriores relacionados al hotel, así como al entorno que la rodea, una zona marginal, considerada por muchos como una de las más violentas del mundo.

“Desaparición en el Hotel Cecil” abarca las diversas teorías que se han dicho sobre la muerte de Elisa Lam, la investigación hecha por la Policía de Los Ángeles, pero también el impacto que tuvo en redes sociales, donde no pocos investigadores de Internet se mantuvieron por años tratando de encontrar la verdad tras la partida de la estudiante canadiense, de la cual se supo sufría de trastorno bipolar.