Con un despliegue impresionante de luces y sonido, el Superbowl XLVIII contó con la presencia de Bruno Mars y los Red Hot Chili Peppers, quienes estuvieron precedidos por un coro de niños.

Mars demostró su multitalentosa personalidad tocando la batería con un solo que hizo vibrar el estadio para luego ser acompañado con su banda con quiénes interpretó su popular tema “Locked out in heaven”.

En cuanto a la banda californiana liderada por Anthony Kiedis, sorprendió a todos cuando apareció en el escenario para unirse a Bruno Mars y cantar “Give it away”.