le dijo adiós a los escenarios en un concierto lleno de nostalgia en el Estadio Nacional, donde los peruanos fueron testigos de su indiscutible talento por última vez.

El cantautor uruguayo fue el responsable de abrir el festival que marcó la despedida de uno de los salseros más reconocidos en la actualidad.

entró a escena junto a sus músicos, en medio de gritos y euforia de sus seguidores. El cantante demostró una vez más su talento como guitarrista, percusionista y hasta bailarín. “Todo se transforma”, “Transporte”, “Don de fluir”, “Sea”, “La luna de espejos” y “Deseo”, fueron algunas canciones que el artista interpretó en esta presentación. Temas que el público disfrutó de inicio a fin.

El segundo en entrar a escena fue , quien despertó rápidamente los gritos de sus fans, quienes no pararon de saltar y entonar eufóricas los temas de su ídolo español.

“Deja que te bese” fue la canción que abrió la presentación del malagueño, quien se animó a cantar temas de su nuevo disco ’Sirope’, como sus grandes éxitos que le abrieron las puertas a la internacionalización como “Y si fuera ella”, “Corazón partido”, “Mi soledad y yo”.

Sin duda, una de los temas que puso a todos muy románticos fue “Looking for paradise”, canción que entonó junto , dueña de una poderosa voz que paralizó el Estadio Nacional.

Una de las anécdotas de la noche llegó cuando un seguidor le tiró una bandera doblada al escenario. la desplegó y la puso junto a su piano.

La picardía de estuvo en varios momentos del concierto, al dirigirse al público, y también cambiando la introducción de algunos de sus temas más famosos, jugando así al despiste con el público.

Con un público mucho más sazonado, se volvió a encontrar con el público peruano tras 26 largos años de ausencia en nuestro país.

Así es, el pionero de la salsa tuvo un nostálgico ingreso que estuvo acompañado de aplausos y los gritos de sus fans. Sin duda, el anhelo de todos los salseros peruanos finalmente se hizo realidad.

En todo momento, recordó al Callao y aunque no todos eran chalacos en el Estadio Nacional, el público igual respondió con euforia “Chim Pum Callao”.

Fiel a su caballerosidad, el salsero dedicó su tema “Muñeca” a todas las mujeres presentes y además tocó un tema inédito en memoria de su esposa fallecida.

Finalmente la cereza del pastel llegó con la esperada y última presentación de en suelo peruano. En compañía del grupo costarricense de latin jazz Éditus, el panameño arrancó su presentación con “Parao” entre el éxtasis de sus fans.

Su segunda canción de la noche fue en compañía de y juntos entonaron “Tú y mi ciudad”. Fue aquí donde Blades aprovechó en agradecer a la producción por invitar a grandes exponentes en su concierto de despedida.

Al promediar las doce de la noche, el público entró en calor y ya todos tenían a su respectiva pareja para bailar al ritmo de “Decisiones”, himno inconfundible del salsero.

La noche tomó cierta nostalgia cuando recordó a su fiel amigo Cheo Feliciano, y confesó haber iniciado su carrera musical “copiándolo descaradamente”.

“Aunque tú no me quieras” fue el tema que escogió para rendir tributo a su maestro , quien nos dijo adiós en 2014.

Sa Sa Sa Salsa. Temas como “Amor y control”, “Las Calles”, “El nacimiento de Ramiro”, “Vale más un guaguancó”, “Pablo Pueblo” y “Decisiones” fueron solo algunos de los temas que formaron parte de un show de dos horas, donde el público gozó del último concierto de Rubén Blades en nuestra capital.

Una noche que marcó la despedida de uno de los más grandes exponentes de la salsa y que con nostalgia todos los peruanos recordaremos por conmemorar en todos sus conciertos a Chabuca Granda y por su incondicional apoyo Alianza Lima. Adiós , sigue cambiando el mundo.

Por Sandi Narciso ()