Rosana nos dió la bienvenida a su mundo

Rosana Arbelo, su nombre completo, grabó un disco casi “obligada” por familiares y amigos que le pedían que interprete las canciones que componía para otros. Esta “obligación” permitió que hoy tenga seis placas grabadas e innumerables premios en su haber.

El sentimiento de su música no era exageración: música directa al alma. Y fue esa música sincera y con corazón la que ofreció Rosana en su concierto el pasado 19 de mayo en el C.C. Scencia de La Molina.

Luego de la interpretación de Analía Saettone, quien calentó la noche y dio las primeras pruebas al sonido con temas de su disco debut “Analía Música” y algunos covers como “Rolling in the Deep” de Adele o “Sweet Dreams” de Eurythmics.

Cerca de las 12 de la noche, cuando el público ya se empezaba a impacientar, la risueña cantante apareció ante un mar de aplausos. Pequeños problemas con los monitores de audio hicieron que la presentación se retrase unos minutos. Minutos que fueron aprovechados por Arbelo para contar algunas anécdotas de sus impasses fonéticos en países como Argentina y México. “En Argentina ‘coger’ no significaba lo que yo decía”, indicó entre risas.

“Un trozo de cielo” fue la canción que dió obertura al show. Rosana llegó junto a su banda para presentar su nuevo disco “Buenos días, mundo!” con matices más rockeros, pero conservando el sentimiento en sus letras.

La canaria ejecutó más canciones de su nueva producción como “Tu cruz por la cara”, “Vale la pena” y “Al filo de la madrugada”, que fueron bien recibidas por su fiel fanaticada que cantaba sus temas y se conmovía con sus letras.

Pero como el show no podía andar sin esas canciones que hacen suspirar a corazones rotos como enamorados, el set incluyó canciones como “A fuego lento”, “Si tú no estás aquí”, “Lunas rotas”, entre otros, que fueron cantados a viva voz por el público presente.

Tras más de una hora y media de show, la española dio su último “muchísimas gracias” para destacar el cariño del público peruano que la ha seguido durante años. Las promesas de volver se pueden cumplir más pronto de lo pensado, por lo pronto sus seguidores esperarán una nueva producción mientras terminan de darle los buenos días al mundo, como lo quiso hacer su artista favorita.