Con 40 años a cuestas, 15 de ellos dedicados a la industria de los videoclips y del ‘music bussiness’, Percy Céspedez – uno de los más importantes directores de videos musicales de nuestro país – está cansado: cansado de la industria, del status quo y de las presiones.

Habla de sí mismo como alguien que vivió una infancia difícil, que desarrolló gustos por lo sórdido y lo surrealista a nivel audiovisual, pero que se vio envuelto en una industria que durante años lo absorvió, le hizo vivir la vida “del rockstar que siempre quiso ser” y lo obligó a ser un “manipulador de imágenes”, como él mismo dice. Sin embargo, no reniega de sus logros, pero si está decidido a poner un ‘alto’ para canalizar su talento hacia lo que de verdad le gusta: el arte.

Esto, más que una entrevista, es un manifiesto a modo de terapia para alguien que se mantuvo “reprimido creativamente” por 15 años, y hoy en día vuelve a vivir sus ideales, intereses, principios e influencias. Esta es una conversación, no son Percy Céspedez el director; si no, con Percy Céspedez, el artista.

Has estado haciendo videos con un enfoque distinto al que siempre has hecho, ¿por qué hacerlo ahora?

Llegó el momento en el cual exploté como artista. Tuve una necesidad de expresión reprimida por dedicarme a desarrollar la industria videográfica del país. A mis 40 años y con todo el camino recorrido, ya di lo que tenía que darle al país, ya no hay más que pueda hacer. Considero que hay una nueva generación de realizadores que pueden desarrollar la cuestión. Pero yo necesito un ‘stop’ pues son 15 años que no dejo de trabajar y que he complacido las necesidades de los artistas que me han llamado para trabajar. Ya llegó el momento en que quiero expresarme como un artista y no estar en esa carrera de galgos para llegar al número uno de un rankings. Además, los canales musicales han cambiado su perspectiva, el mercado internacional ha variado en muchas cosas y creo que es momento de un cambio y de hacer cosas que he dejado relegadas por años.

¿Sientes que la industria reprimió tu trabajo creativo?

Si, muchísimo. Porque durante la década de oro de Perú en MTV (2000 a 2010) se nos prohibían muchas cosas y se nos ponían muchas reglas: no armas, no marcas, no situaciones violentas, no escenas gays, etc; pero con los años, uno veía que la temática de los videos iba cambiando, los videos internacionales se hacían más crudos y nosotros no podíamos evolucionar con eso. Teníamos que estar en un límite comercial aceptable al público del canal y estar en una línea más mainstream (masivo), con videos más basados en la imagen del artista que en el contenido. Eso me impedía hacer cosas que hacía como en las de mis comienzos, como hice con Ni Voz Ni Voto y Dolores Delirio. Este año decidí romper con todo y se vio reflejado en el video Rockstar Rebellion de Ni Voz Ni Voto.

Un video que además fue una rebelión personal…

Si. La gente no entendía que lo que quería decir es: “Chau, se acabó. Señores televidentes, lo que ven en el medio es mentira”. Falta más cultura visual en el país, falta que la gente analice más lo que se quiere decir. O sea, si puedo manipular la imagen de unos niños y hacer parecer que tocan, puedo manipular la imagen de cualquiera (risas). Y fuera de eso, había todo un rollo que sucedía con la música nacional en el video, pero dentro de eso había un fondo personal en el que decía que ya no quiero seguir haciendo esto. No reniego de mi carrera, pero ya no puedo vivir más en esa constante presión para conseguir primeros lugares. No estoy exagerando, así venían a contratarme. Una vez me llamó un artista internacional para decirme que el video que le hice había llegado al puesto número dos y que era un fracaso porque no no había cumplido al objetivo. Seguir sometido a esa presión todos los días, por unos años más… no gracias. Lograr realizar un video en cualquier ámbito en el Perú es una tarea titánica, aquí no hay disqueras, trabajamos con los presupuestos del mismo artista, que siempre es muy poco.

¿Qué te dejan de enseñanza estos quince años?

Las cosas suceden porque uno está detrás de ellas todos los días trabajando día y noche. Además, que hay tanto talento en las calles que siguen luchando por vivir de esto y convertir la música como su forma de vida, pero es indignante que tan poca atención le prestan nuestros propios medios. Por eso también me metí a la campaña de “Haz que suene tu música Perú”. Hay algo muy importante, hay dos formas de golpear el éxito en este país: el éxito instantáneo y el éxito a largo plazo. El instantáneo lo vemos todos los días con los virales de internet que tienen cero contenido artístico, que no los considero profesionales, pero llegan en un día a miles de views. Yo pienso que las cosas de calidad no tienen atención en el Perú, pero con el tiempo son durareras y construyen una carrera, te cimentan, pero a pesar de todos los obstáculos, el producto de calidad termina rompiendo cualquier barrera.

¿Cómo ves la industria de videoclips ahora en el Perú?

Considero que ya hay una industria. Cuando empecé esto, era el único que trataba de hacerlo de forma profesional, y hoy en día ya existe un mercado para videos musicales. Desde el 2000 venimos acostumbrando al público a ver videos de calidad. Desde hace unos años, veo una nueva generación de realizadores que ven esto como una carrera y dándole un enfoque profesional. Están saliendo con nuevas propuestas y eso me llena mucho de orgullo. Puede que la industria sea pequeña pero ya existe, y ahora le toca a una nueva generación expandirla. Ahora Perú es bien visto por la calidad de sus videos. Desde 2007, grabamos a artistas extranjeros que ven a nuestro país como una gran manufactura de realización de videos. El videoclip nacional ha sido el mayor apoyo de la música nacional. Hemos logrado sacar muchos singles en canales de música. ¡Cuánta exposición ha tenido la música peruana en el extranjero por los videoclips!

Irónicamente, esa atención no se tiene en nuestro país…

Lo que funcionaba antes era que al salir en MTV podías presionar a las radios para sacar a tu grupo. Incluso los medios y las radios te preguntaban: “¿Ya saliste en MTV?” Algo que ahora ha cambiado porque MTV ha variado su target.

¿Qué nuevas facetas veremos de Percy Céspedez? ¿Te interesa realizar películas o series?

Lo que si quiero es explotar mi faceta como comunicador social, y es por eso que me metí a la campaña “Haz que suene tu música Perú”, porque siento que el problema era de comunicación. No te niego que tengo intereses en TV, publicidad y en el mundo cinematográfico, pero yo soy una persona que se toma las cosas con mucha calma. Primero quiero terminar mis pendientes este año y tomarme un descanso, porque me lo merezco. No te niego que grabar en Los Ángeles el cortometraje de Big Pollo me ha cambiado la carrera. Me gustaría, independientemente de que sea algo grande o pequeño, hacer cortometrajes en Los Ángeles. Pero por pura expresión personal. No me interesa si la gente se entera o no. Yo solo quisiera grabar las historias que aquí no he podido grabar, explorar el lado narrativo que en Perú no puedo hacer.

Proyectos que están pendientes desde hace 15 años…

Así es. Por el lado cinematográfico, me gustaría hacer cortos. Me han ofrecido películas, programa, pero yo soy alguien que se toma las cosas con mucha calma lo cual me quitaría dos años de mi vida. No he crecido en un entorno muy normal, entonces no he tenido muchas influencias locales. No me hallo narrando cuestiones localistas, por eso las veces que he tratado de hacer cosas y no encajo; y por eso me sentí tan libre en Los Ángeles, porque ahí si podía hacer lo que quería: estuve narrando la destrucción de los sueños en la ciudad de las oportunidades. El videoarte si es algo que me gustaría retomar hasta fin de año, esa es un área que como artista visual me llena mucho más.

¿Cuáles son tus principales influencias como director?

En cine; Stanley Kubrick y David Lynch. Me gusta mucho Terry Gillian, me gusta “mucho mucho” David Fincher, que es un director que empezó como director de clips musicales. En videoclips, me gustan mucho Andy Morahan, Steve Barrow, Chris Cunningham, entre otros.

Por tu cercanía a la música, pensé que me mencionarías a Martin Scorsese…

No, la verdad que no. Scorsese es muy serio para mí. Me gusta mucho lo cerebral, estético y arquitectónico de Kubrick; y me fascina Lynch, aunque mucha gente no lo entienda, yo razono muy parecido a nivel de no linealidad a la hora de narrar las cosas, es muy surrealista, me gusta mucho eso.

¿Algún video próximo con algún grupo en el que plasmarás ese surrealismo propio de Lynch?

Tengo un video que voy a grabar en unos meses que será un homenaje a Lynch, pero no te puedo decir aún con que banda. Es un homenaje chiquito, una cosa muy básica, nada pretenciosa, que loco que lo menciones, pues sí, grabaré algo con influencia de Lynch.

¿Crees que este es el año en el que rompiste los esquemas y paradigmas que tú mismo te creaste?

Si, es el año en que me rebelé contra todo, contra mí mismo, contra el Status Quo. La gente que me conoce sabe que desde que me nominaron al Grammy en 2010, yo entré en crisis. ¿Crees que la nominación me trajo felicidad? Todo lo contrario, me trajo envidia y macheteo. A partir de diciembre de 2010 hasta enero de 2013, todo ha sido una crisis interna en la que fui sometido a una tremenda presión.

Pero esas cosas en cierta manera ayudan a un artista a desarrollar su arte, ¿no?

Definitivamente, de todo proceso de confusión terminas madurando y pasando a otra etapa. Pero el proceso es duro. Yo creo que lo mejor que he hecho en años es Big Pollo, y siento que es donde debí empezar. Ese es el Percy que siempre era y siempre ha sido. Si ves “Aprendizaje” de Dolores Delirio y ves Big Pollo, notarás que es la misma persona. Han pasado diez años en los que mi único interés era desarrollar la industria. Pero no estaban plasmados mis intereseses personales. Llega un momento cuando cumples 40 años y te dices: “¿Por qué estás haciendo esto? Originalmente querías hacer películas densas, negras, sórdidas, ¿qué pasó en todos estos años?” Me dediqué tanto a algo, pero esto no era parte de un plan específico de pasos que iba a hacer. En un momento, terminé haciendo cosas para terceras personas y olvidando lo que quería hacer como artista. Mucha gente piensa que hacer un video es decir: “Corten”. No es así, al menos conmigo no. Yo me considero un artista.

Si hoy en día te llama un grupo para grabar un video, ¿tus condiciones cambiarían?

Las condiciones son las mismas porque soy muy quisquilloso con mi contrato, y lo que pretendo es hacer buenos proyectos y buenos presupuestos, para hacer buenas cosas. Lo que imagino es que mi empresa (Elemental Visual Media) seguirá haciendo videos, no es que yo me retire, pero pienso ser más libre en la propuesta. Me fastidia tener que estar supeditado a una forma de hacer videos. Quiero hacer otro tipo de videos. Como Percy, haré solo lo que interesa y trabajos que me llenen.

¿Sientes que ya te puedes dar el lujo de descansar un poco de eso?

Para empezar, me tengo que dar el descanso si no me voy a morir. La gente no lo sabe, pero yo soy diabético. Mi sistema de vida es muy raro. Yo me levanto a las 5 o 6 de la tarde y me acuesto a las 11 de la mañana. Yo vivo al revés. Mi vida ha sido un torbellino de situaciones muy raras que a una sola persona no le han tocado vivir así nomás. Vengo de una vida extremadamente difícil de niño y luego vivo cosas alucinantes en el mundo musical como llegar a un primer lugar en MTV, que por diez años todos mis trabajos sean número uno, que me empieza a llamar gente de peso para trabajar, que termine viajando por todo el mundo… he vivido una sucesión de eventos bastante desestabilizantes en la vida normal de una persona, no te niego que por muchos años he vivido la vida del rockstar que quise ser y no soy [sic] Esa vida fabulosa de flashes y juerga, si, así es, pero es una vida que no se puede mantener por muchos años sin que te desestabilice y a la vez mantenerte responsable como profesional, ha sido una cuestión de vivir muchos años en una montaña rusa, que han traído circunstancias de desbalances. Quiero descansar, cuidar mi salud, ver más a mis amigos, a mi familia. No me quejo de todo lo bueno que me ha traído todo esto, pero quiero hacer cosas que están postergadas hace mucho.

Eres muy fanáticos de los cómics, y hace unas semanas preparaste un video animado para José Arbulú ¿Te gustaría seguir haciendo más videos así?

El lado del cómic quisiera desarrollarlo por varias cosas. Me encantaría hacer un cómic, ideas para una propia serie las tengo hace muchos años. Depende de mí como creativo, pero no tengo el talento para dibujar. Y encontrar alguien que se quiera meter a esa cuestión super comprometida y super complicada. Me encantaría irme a EE.UU y decirle a DC Comics: “Te tengo esta propuesta”, aunque quizás le interesaría más a Vértigo, que a DC Comics. Me encantaría hacer una película en esa onda. Si me dicen que haga una película, lo primero que haría es una película animada. Porque me permitiría hacer cosas que no puedo hacer con los humanos (risas). También me encantaría hacer una película sórdida, negra. Por ahí tengo muchos guiones escritos, pero me pregunto: “¿Existe alguien con la visión de invertir en esto, sabiendo que no estamos buscando el éxito fácil?”. Hay una crisis de contenidos de los medios nacionales, hay una crisis de contenidos en los medios de comunicación. El Perú está acostumbrado a que le den la cosa más fácil. La gente no quiere trabajar en proyectos que conllevan más cuidado, quieren cosas inmediatas. Si existen auspiciadores para proyectos como este, perfecto, que me llamen. El videoclip de José Arbulú nos tomó muchos meses, entre ubicar a un artista y explicarle lo que queríamos. Eso debió hacerlo un equipo de personas pero lo ha hecho una sola. Big Pollo es una trabajo que se cocinó meses. Me considero un artista que le gusta trabajar en los detalles.

Gracias por tu tiempo, y éxitos en esta nueva etapa

Gracias a ti por la entrevista, ha sido super libre y satisfactorio poder hablar de otras cosas que no sean: ¿Cómo te iniciaste? Eso está en Wikipedia (risas).

Por: Robinson Reyna (@rob_core)