Aunque se decía que no volvería a pisar un escenario, Pedro Suárez Vértiz, rebelde como siempre, se rió en la noticia y este sábado hizo historia volviendo a subirse a un escenario, y sin decir una sola palabra, alocar a aproximadamente 35 mil personas que esperaban con ansias su regreso.

Una noche de presentaciones impecables, producción de primer nivel, talento y emoción, fue la dosis perfecta para una velada de recuerdos, emotividad y mucho rock y pop que fue bautizada bajo el nombre de Cuando pienses en volver, en la cual el emblemático músico peruano, conocido por su particular voz y sus poéticas letras, volvió a brillar bajo las luces de un escenario.

¿QUIÉN DICE QUE EL ROCK NO ES MASIVO AQUÍ?

Fueron las primeras palabras de Wicho García, líder de Mar de Copas, al subirse a la enorme tarima y ver a la masa de gente que lo esperaba ansioso por escuchar sus mejores temas y el regreso de Pedro en su característica voz. Confirmando que aunque el rock no es un género de multitudes en nuestro país, es el artista bautizado como Pedro Suárez Vértiz el que genera una gran movilización.

EL ESPERADO REENCUENTRO

Las bandas nacionales Amén, Río y Mar de Copas iniciaron el emotivo homenaje en vida dedicado a Pedro, momento en el cual el intérprete de “Alguien que bese como tú” rompió los parámetros establecidos para reencontrarse con su público.

Y lo que todos esperaban llegó. Pedro sorprendió a todos subiendo a la tarima, donde saludó efusivamente a sus miles de fieles y caminó unos segundos entre los músicos, como coqueteando con la idea de coger nuevamente su guitarra y hacerle el amor sobre el escenario. Pero debía continuar su paso veloz y perderse en la oscuridad de la noche, detrás de todo, de los músicos, de la esperanza del público y su propia emoción.

LA HORA LOCA DEL ROCK

Pero el José Díaz hervía de ganas de recordar y disfrutar a lo grande de los éxitos de Pedro y eso recibió. Los panameños de Los Rabanes convirtieron al José Díaz en una fiesta de la mano de sus más grandes éxitos, como “My commanding wife”, “Señorita a mí me gusta su style”, “Bam bam” y una especial versión del tema del peruano, “Me estoy enamorando”, que hizo bailar hasta al más cansado.

¿SORPRESA O DESILUSIÓN?

Luego de haber saltado, gritado, cantado y disfrutado junto a los explosivos panameños, el chileno Jorge González, exintegrante de Los Prisioneros, subió al escenario para sorprender a todos con su deslucida presentación, gestos faciales algo extraños, varios atoros y la necesidad de apoyarse en los músicos de su banda, quienes se convirtieron en pieza indispensable de su show, ya que su voz no estaba en su mejor momento.

Pero creíamos haberlo visto todo cuando en la frase más esperada de su tema “El baile de los que sobran” soltó tremendo gallo que enmudeció al mar de gente que lo veía con ojos de sorpresa.

“Ayúdenme a cantar esta canción. Tengo la voz hecha ‘cola’. Denme una mano con esta canción que se llama ‘Papapa’”, dijo finalizado el percance, continuando con su siguiente interpretación.

LA LLEGADA DE PEDRO Y SU BANDA

Cerca de la medianoche llegó el show más esperado del concierto, la banda de Pedro iniciaba su presentación con una versión muy casera de lo que sería un multitudinario karaoke de estadio.

Al parecer los nervios, el poco ensayo y la inexperiencia hicieron que el vocalista de la agrupación, Guillermo Bussinger, enfríe todo lo que las anteriores agrupaciones habían logrado en el público. Y es que el poco carismático y casi desconocido cantante hizo que el recinto se empiece a vaciar de a pocos, haciendo que empecemos a ver el piso del Nacional.

RENACER

Llegando a las tres de la madrugada la fiesta regresó al Nacional, Raúl Romero fue el encargado de inyectar una dosis de adrenalina y diversión a lo que parecía avecinarse como un adelantado final. De igual forma las bandas más esperadas, Ariztía, Ella baila sola y Amistades Peligrosas conquistaron al público a pesar de la hora, el frío y el cansancio.

FINAL DE CAMPEONES

Aunque muchos abandonaron el recinto, la fiesta no acabó, sino hasta pasadas las cuatro de la madrugada, con un espectáculo de candela a cargo de Los Hermanos Yaipén, que le pusieron punto final a un inolvidable homenaje que llegó cargado de sorpresas. Un grande volvió a nacer en los brazos de su público, volvió al corazón de los peruanos.

Pedro Suárez Vértiz, siempre estarás en el corazón del Perú.

Por: Paola Guerra Valderrama (@paolaguerrav)