En marzo, la diseñadora L’Wren Scott, novia de Mick Jagger, tomó la decisión de quitarse la vida en su departamento de Manhattan, provocando en el líder de los Rolling Stones un profundo shock y una tremenda tristeza.

El músico fue diagnosticado con estrés postraumático agudo, tras el lamentable suceso, este problema se ha convertido en una pieza clave en la disputa legal que la banda mantiene con su aseguradora, que se niega a pagarles los ocho millones de dólares que reclaman tras haber tenido que suspender siete conciertos de la gira por Australia y Nueva Zelanda en la que estaban embarcados cuando Scott falleció.

Tras la muerte de su pareja, Jagger manifestó públicamente: “Aún estoy luchando por entender por qué mi amante y mi mejor amiga acabó con su vida de una forma tan trágica. Nunca la olvidaré”.

Los síntomas del síndrome de estrés postraumático agudo son, entre otros, las pesadillas, los sentimientos de culpa y la parálisis emocional. El diagnóstico recibido por Jagger es la primera prueba del sufrimiento sentido por el veterano rolling tras la desaparición de una mujer de la que fue compañero durante 13 años y con la que parecía feliz.