Conrad Murray, condenado en noviembre de 2011 a cuatro años de cárcel, y liberado a fines de octubre tras una reducción de su pena por buena conducta, había apelado su condena, diciendo que la evidencia de su culpabilidad era insuficiente y que el jurado habría debido estar aislado durante la duración del juicio.
En una decisión unánime, los tres jueces de la Corte de Apelaciones del 2º Distrito de California confirmaron la condena por “homicidio involuntario” y criticaron el comportamiento del médico.
Michael Jackson murió en Los Ángeles el 25 de junio de 2009, a los 50 años, por una sobredosis de propofol, un poderoso anestésico que usaba para inducir el sueño, con la complicidad de su médico.