El imitador uruguayo Gustavo López trajo de nuevo a la vida a con el primer concierto tributo al Rey del Pop en Uruguay, en el marco de la tradicional Noche de la Nostalgia, cita en la que los amantes de la música antigua se reúnen desde hace 40 años.

El espectáculo contó no solo con los grandes hits del músico estadounidense, como también con una puesta en escena con coreografías y efectos en vivo.

López lleva 35 años imitando al cantante, carrera que lo ha llevado por países como Argentina, Brasil, España, Paraguay y Estados Unidos, donde en 2002 ganó un premio en un concurso de bailarines imitadores.

El intérprete comenzó a idolatrar a (1958-2009) alrededor de los 10 años, cuando vio al Rey del Pop en televisión y escuchó por primera vez Thriller en la casa de su tía.

Alrededor de esa época, perdió a su madre, por lo que se refugió en la música del cantante, quien se convirtió en su “amigo ficticio” y lo ayudó a sobrellevar la situación.

Con los años, López fue perfeccionando su técnica de baile, así como de maquillaje y de confección, ya que él mismo fabrica los trajes que usa durante sus espectáculos.

“La ropa la hago yo. Así como los zapatos que uso para inclinarme 45 grados”, aseguró en una entrevista con Efe el imitador uruguayo, previo al show de anoche en el Auditorio Nacional del Uruguay (Sodre).

Aunque hoy tiene claro que Michael y Gustavo no son la misma persona, reconoció que hace unos años debió ponerse una “barrera” para no confundir los roles, ya que tanto su padre como su hermano lo llamaban por el nombre del artista estadounidense. EFE