El planteamiento inicial de la película “Metallica 3D. Through the Never” era claro: “celebrar el pasado” de esta banda colosal de “thrash metal” a partir de un concierto que aprovechara todos los elementos de sus anteriores giras, pero con un concepto aún “más grande y mejor”, como el momento que atraviesan.

“Al principio solíamos bromear con que Metallica estaba en una cruzada por la dominación del mundo, pero de alguna manera lo hemos logrado. Un día nos despertamos, 30 años después, y nos dimos cuenta de que somos muy importantes en muchos sitios, de que vendemos más entradas que nunca… Metallica es ahora más grande que nunca”, dijo el guitarrista Kirk Hammett.

Así es esta producción gigantesca que combina ficción y realidad bajo la dirección y guión del húngaro Nimrod Antal, director de películas como “Predators” (2010), y un montaje muy rápido a cargo de Joe Hutshing, ganador de dos premios Oscar por “JFK” y “Nacido el 4 de Julio”.

Con más de 100 millones de discos distribuidos en todo el mundo, muchos de ellos gracias al llamado “Black Album” (1991), el más vendido de los últimos 20 años, Metallica puede presumir de uno de los balances más boyantes de la historia de la música y requería un trabajo a la altura.

Más que un filme o un documental, el resultado final parece el videoclip más largo hecho nunca, con una trama surrealista que plantea más incógnitas de las que resuelve y que, sin apenas diálogos y en largas secuencias, se alternan imágenes de la gira que la banda realizó en 2012 en Canadá.

Protagonizada por Dane DeHaan (“Chronicle”), cuenta la historia de Trip, un asistente enviado a recuperar un cargamento urgente durante un show de Metallica. El muchacho se verá inmerso en una historia de tintes apocalípticos, con disturbios callejeros y un tétrico acosador a caballo que carga el hacha que ilustra el álbum “Kill ‘em all”.

La historia, explica Lars Ulrich, baterista de la banda, se concibió hace dos años, aunque el proyecto de realizar la película planeaba sobre sus cabezas desde finales de los años noventa. Los avances tecnológicos en 3D determinaron que este era el momento oportuno de acometerlo, utilizando todos los decorados y utilería de anteriores giras, pero haciéndolo “más grande y mejor”, en formato IMAX 3D.

Tan intensa como la trama es el concierto que el espectador podrá disfrutar, “una experiencia sensorial” con un gran escenario de 360 grados montado en pleno centro del estadio y un sinfín de efectos escenográficos que recuperan la iconografía de la banda, desde los ataúdes de “Death magnetic” (2008), el disco más reciente, a las lápidas de “Master of puppets” (1986), una de sus cumbres musicales.

EFE