“En la mañana se veía muy débil y aún así siguió sonriendo, llegó un momento en el que pidió que se le quitara la máscara de oxígeno para decir unas palabras”, contó este domingo a Efe su amiga María Cortina.

“Me voy con México en el corazón”, dijo Chavela, quien durante la semana que estuvo en el hospital Inovamed de Cuernavaca.

Vargas “murió como vivió, dándonos ejemplo de fortaleza y de dignidad”, aseguró Cortina, quien escribió con la artista el libro “Dos vidas necesito. Las verdades de Chavela”.

Recordó que cuando Chavela se disponía a viajar a España mucha gente le advirtió sobre los riesgos de ese desplazamiento por sus 93 años, pero a ella no le importó e insistió porque su último deseo era ir a ese país.

El objetivo del viaje no era solo despedirse de sus amigos, sino de un personaje que la acompañó durante los últimos años de vida, que era Federico García Lorca, apuntó.

“Y le fue a cantar a Federico” y a presentar sus memorias en Madrid, pero sufrió un “cansancio terrible” y la tuvieron que hospitalizar durante una semana.

Entonces Chavela dijo: “Ya sé que me voy a morir, estoy clara, y lo voy a hacer a México”, contó Cortina, quien indicó que dos días después de haber llegado a Tepoztlán, donde vivió los últimos años, fue internada nuevamente.

El primer homenaje será mañana en la emblemática Plaza Garibaldi, donde será velada, por eso “quieren prepararla muy bien” en Cuernavaca antes de trasladarla a Ciudad de México, manifestó.

El segundo homenaje, preparado por el Gobierno federal, será el martes en el Palacio de Bellas Artes. Después será “cremada y parte de sus cenizas van a venir a Tepoztlán”, añadió Cortina, aún conmovida por la partida de su amiga. EFE