La cantante neoyorquina de 43 años dejó boquiabierto a su público este último lunes, tras salir al escenario con un entallado vestido negro y un escote que dejaba mucho a la imaginación.

Al propio estilo de Jessica Rabbit, la artista se hizo presente en en los BET Honors en el Warner Theatre, de Washington DC.

Bastante sensual, Mariah Carey cantó encima de un piano, dejando claro que su escultural figura es digna de envidiar.