Luego de que almorzara con las niñas de un albergue en Lurín, la excéntrica cantante regresó a la casa que alquila en San Isidro, en medio de un mar de fans locos y ansiosos por verla si quiera unos segundos.

Acompañada de su seguridad personal, y con unos cuántos efectivos policiales encargados del orden en la calle, Lady Gaga ingresó a la casa mientras su vehículo era interceptado por decenas de fans.

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