La nueva reina del pop tendrá que hacer frente a una acusación por estafa que cayó sobre ella luego de su participación en el MTV Video Music aid Japan, evento donde cantó para ayudar nuevamente a los damnificados del terremoto en Japón.

Una firma de abogados exige a Gaga 5 millones de euros, asegurando que infló el precio se sus pulseras We Pray for Japan, artículos destinados a recaudar fondos para las víctimas del sismo y tsunami que destruyó el país asiático.

Los acusadores de Lady Gaga aseguran que ella cobraba dinero extra por los gastos de envío de los brazaletes de color rojo y blanco, que tenía un costo de US$5, inflando también los recibos generados por las ventas de las mismas.