Justin Bieber volvió a sufrir un altercado con las autoridades tras acudir al aeropuerto de Los Ángeles la tarde del pasado jueves, ya que los agentes destinados a vigilar la aduana no dudaron en someterle a varias preguntas “rutinarias” y a un intenso registro motivado por sus recientes problemas legales.

“Desde que fuera arrestado por conducir ebrio en Miami, Justin va a tener que pasar por el mismo proceso rutinario cada vez que llegue a Estados Unidos, ya que no deja de ser un extranjero que reside en el país. La idea es asegurarse de que no vuelve a cometer los mismos errores que le han puesto en el punto de mira de la policía y del sistema judicial”, reveló una fuente a la revista Us Magazine.

En los últimos meses, el canadiense ha sido protagonista de varios actos de “vandalismo” durante sus frecuentes viajes por todo el mundo. Hasta tuvo que afrontar que la Casa Blanca recibiera, recientemente, la petición de deportarlo y negarle la entrada a Estados Unidos de por vida.

“Lamentamos decepcionar a quienes se han esforzado por organizar la recogida de firmas en relación a este asunto, pero no vamos a realizar comentarios sobre el comportamiento del señor Bieber. Sin embargo, agradecemos vuestra preocupación por el sistema de inmigración que estamos tratando de actualizar”, respondió un portavoz de la residencia oficial del presidente Obama a través de un comunicado.