El canadiense Justin Bieber es el nuevo ídolo del pop juvenil, y así lo ratificó la noche de este sábado en Chile con un espectáculo de música, baile y color que desató la pasión de las más de 50 mil fervorosas seguidoras que se dieron cita en el Estadio Nacional de Santiago.

El éxito del nuevo príncipe del pop estaba prácticamente asegurado de antemano, como lo hizo presagiar la persecución de sus seguidoras, quienes no dudaron en acampar desde la noche del jueves frente a las puertas del recinto musical o en pasar la noche del viernes junto al aeropuerto para verlo aterrizar.

Las admiradoras del canadiense, casi en su totalidad preadolescentes acompañadas de sus madres, convirtieron las gradas del Estadio Nacional en una marea de color morado – el tono preferido de Bieber -, y salpicaron el graderío con pancartas en las que se podía leer “Love you Bieber” o “J.B siempre en nuestros corazones”.

Un reloj digital marcó la cuenta regresiva para el inició del espectáculo, y desató la emoción de las fieles al canadiense, quienes habían amenizado la espera coreando el nombre del cantante y entonando la popular canción “Baby” de su único disco, “My World”.

Cuando el contador llegó a cero, un solo grito ensordecedor de las 50.000 fanáticas recibió a un Bieber ataviado de pantalón, chaqueta blanca y gafas de sol negras, que saltó al escenario para interpretar el tema “Love Me”, como viene siendo tradición en esta gira.

El joven artista, acompañado por seis bailarines, deleitó al respetable con sus movimientos a lo largo y ancho del escenario. Un estilo de baile y de vestuario que recordaban a los del fallecido Rey del pop, Michael Jackson, de quien Bieber es confeso admirador.

Imágenes de archivo de su niñez, en las que Bieber muestra su precocidad para la música al cantar y tocar la batería y la guitarra siendo apenas un niño, deleitaron al respetable a lo largo de un espectáculo que mañana (lunes 16 de octubre) llega a nuestro país para un gran concierto en el Estadio Nacional de Lima.