La voz de Stone, que en su último trabajo ha fusionado los sonidos del pop y del blues, caldeó el escenario Sunset a la hora del atardecer, mientras los 100.000 asistentes estaban dispersos por los 150.000 metros cuadrados de la Ciudad del Rock.

La multitud se trasladó entonces al escenario Mundo, el principal del festival, donde se aguarda a la estadounidense Ke$ha, que convertirá el recinto en una pista de baile con el exitoso “Tik Tok”, que ha llegado al número uno en once países.

La organización ha querido que el espectáculo estridente de Ke$ha, que se presenta en el Rock in Rio poseída por un “nuevo espíritu animal”, como dijo hoy en Twitter, dé paso a la incógnita y a la improvisación de Jamiroquai.

La banda británica, liderada por Jay Kay, preparará el terreno para que la versatilidad y los ritmos que el estadounidense Stevie Wonder desprende en cada actuación cierren la cuarta jornada del festival.

El Rock in Rio retomó hoy su actividad después de tres días de descanso que han permitido a la organización reajustar el esquema de seguridad con el objetivo de evitar el desorden que se apoderó de la Ciudad del Rock en el primer fin de semana de conciertos.