Fue un símbolo femenino de la contracultura de los 60 y el movimiento Hippie y la primera mujer en ser considerada una gran estrella del Rock and Roll.

En 1995 ingresó en el Salón de la Fama del Rock. En 2004 la revista Rolling Stone la colocó en el lugar 46 de los 100 mejores artistas más grandes de todos los tiempos. En 2008 la colocó en el lugar 28 de los mejores 100 cantantes de todos los tiempos.