Estudió en un colegio de Bombay donde, en 1954, participó como pianista en la banda The Hectics, en este conjunto musical adoptó el nombre de Freddie. Cuando tenía 17 años huyó junto a su familia de Tanzania, por la Revolución de Zanzíbar de 1964. Se alojaron en Feltham, Inglaterra, país donde vivió el resto de su vida.

Aunque Mercury se licenció en Arte por la universidad de West Thames, trabajó como vendedor de ropa de segunda mano. En aquel tiempo trató de llevar a buen puerto varias bandas, entre las que destacan Ibex, que luego se pasó a llamar Wreckage, y Sour Milk Sea, fundada por él mismo.

Por fin, en 1970 fundó el grupo que le haría famoso: Queen. En este año también adoptó el apellido Mercury, sacado de la canción My Fairy King. Freddie Mercury, que con una infancia tan bulliciosa no podía tener un destino menos especial, fue uno de los más grandes vocalistas de la historia del rock.

Un revolucionario musical, que jugó con los registros tenor y barítono, exaltándolos con gañidos rockeros, una combinación que encandiló a miles de personas de todo el orbe.

En el escenario, el mundo le conoció como un hombre genial y extrovertido, capaz de enamorar al Wembley de 1986, en la realidad era un hombre tímido y reservado.

Mientras que miles de personas le adoraron en sus 700 directos, donde expuso obras de arte como Bohemian Rhapsody o I want to Break Free, varios millares le seguirán admirando póstumamente con sus 21 discos publicados.

Tanta grandiosidad terminó como sólo lo puede hacer una tragedia griega, con la muerte repentina e implacable. Falleció en noviembre de 1991, a los 45 años, por una bronconeumonía que remató el sida que padecía.