Claro, es 14 de febrero, el Día del Amor, San Valentín, etc. Hoy, más que en cualquier momento del año, se escucharán baladas, himnos al sentimiento más sublime de la humanidad y odas a las parejas que han podido sobrevivir en esa jungla de romances, noviazgos, matrimonios y enamoramientos de telenovela.

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Pero qué sucede con los que ya no quieren amar más, con aquellos que viven decepcionados del amor por una traición, una ruptura inesperada o simplemente porque decidieron no amar más. Para ellos estas 10 canciones que los aliviarán por un momento de esa avalancha de marketing e imposiciones románticas que suele ser el llamado Día de los Enamorados.

Rolling in the Deep – Adele

Antes de ser la estrella mundial de la música, Adele salía con un sujeto que le fue infiel. Ella se inspiró en esta ruptura para escribir esta canción, el primer sencillo de su exitoso álbum “21”, y lograr la trascendencia mundial al ritmo de un tema cantado desde el punto de vista de la desilusión que acarrea una traición y que provoca que la reconciliación sea improvable. Se dice que tras el éxito de este tema, el sujeto implicado en la historia reclamó algunas regalías a la cantante por ser “la inspiración” de sus letras. Afortunadamente, no recibió un centavo.

Se acabó y punto – Zambo Cavero

Feliz Pasache Castillo escribió este tema que el Zambo Cavero inmortalizó con su peculiar voz. Se trata de un vals realista de alguien que enfrenta el final de un romance de una forma muy madura y hasta fría: “no hay que hacer un drama, se acabó y punto”, canta el robusto vocalista, mientras la letra sigue derramando realismo: “debo resignarme con lo que me toca, debo acostumbrarme a no besar tu boca, aunque ahora me quede con el alma rota”.

Olvídame tú – Miguel Bosé

En su disco “Por vos muero”, Miguel Bosé grabó esta canción, acaso el tema más romántico de su discografía, cuya letra hiere tan solo al escucharla y puede conmover hasta las lágrimas si se quiere como dice el personaje de esta historia. “Olvídame tú que yo no puedo dejar de quererte, por mucho que lo intente, no puedo. Olvídame tú”. Sin duda, una historia sin final feliz, de esas que inspiran las canciones más bellas que se han hecho.

Lo que pasó – Daddy Yankee

El reggaetón no es solo fiesta y videos con carros de lujo y chicas casi desnudas, también puede hablar de sentimientos reales, de pena y desolación. Así lo hizo Daddy Yankee en su exitoso disco “Barrio Fino”, donde habla del final de un romance de forma contundente y directa, especialmente cuando descubre que fue un “plato de segunda mesa” en una relación que creía ser real y especial. Hasta los reggaetoneros sufren, aunque usted no lo crea.

El amor acaba – José José

José José se puso al mando de Manuel Alejandro y María Alejandra, quienes compusieron las canciones de “Secretos”, el álbum más vendido y exitoso del “príncipe” e, irónicamente, el más triste de su carrera, llegando a sumar hasta la fecha 10 millones de copias vendidas sólo en México. Esta canción, completamente desgarradora, pone en evidencia que hasta el más sublime de los sentimientos llega a convertirse en rutina y a transformarse en todo un fastidio. Solo falta echarle un vistazo a esta parte de la canción para darse cuenta del nivel de desamor de sus compositores: “Porque se vuelven cadenas lo que fueron cintas blancas, el amor acaba”. No tenemos más qué explicar.

Corazón partío – Alejandro Sanz

“Más” es el disco más sincero, romántico y explícito de Alejandro Sanz, quien desnudó su alma para componer un puñado de canciones entre las que destaca la elegida acá, un tema que reclama el abandono de alguien que juró amar para siempre y que ahora se va, pese a los ruegos. “Miénteme, aunque sea, dime que algo queda entre nosotros dos, que en tu habitación

nunca sale el sol, ni existe el tiempo, ni el dolor”. El estilo Sanz en su mejor momento.

Se me sigue olvidando – Marc Anthony

El salsero busca a su amante apenas despierta y solo se topa con su almohada en una de las canciones que le abrió la puerta del éxito pero que, a pesar de su estilo tropical y “fiestero”, habla de un fracaso amoroso y el permanente anhelo del enamorado que no se acepta la realidad de la partida de ella.

La Despedida – Fito Páez

“Algo se detuvo en punto muerto y fue tan grande ese silencio, fue tan grande el desamor, restos de un navío que encallaba, yo te quise, yo te amaba, no sé bien lo que pasó”. Fito Páez le canta a un que se va en medio de una desilusión, del hartazgo propio de los años, los conflictos o la rutina. El producto es una balada con sabor a tango que corona el disco “Abre”, acaso uno de los últimos grandes trabajos del argentino. “Tú me pierdes a mí, yo te doy por perdida, es la hora de huir, la despedida”. Sí, como para cortarse las venas con galleta de soda.

Desesperada – Marta Sánchez

Cuando era la rubia más deseada de España, Marta Sánchez obtuvo éxito con una canción que nació del abandono, con un personaje que asumía su realidad y que lamentaba la pérdida de un amor que se fue, al parecer, huyendo con otra (“una esmeralda que un ladrón robó”). A ritmo de ese pop festivo de factura ibérica, la exvocalista de Olé Olé se despide de las fantasía y asume la realidad con los pies sobre la tierra. Eso sí, prometiendo no volverse a enamorar.

La célula que explota – Caifanes

Considerada como “la mayor balada de la música mexicana”, esta canción le cambió la vida a los integrantes de Caifanes, debido a su música, que combina rock con trompetas de mariachi y, en especial, sus letras, que hablan del desapego muy grande dentro de una pareja pero que, pese a esa situación, no deciden decirse adiós: “Hay veces que no tengo ganas de verte. Hay veces que no quiero ni tocarte. Hay veces que quisiera ahogarte en un grito y olvidarme de esa imagen tuya, pero no me atrevo”.