Después de vivir de propinas en New York, después de haber ganado 8 estatuillas del Grammy y con más de 18 millones de copias vendidas de su primer disco ‘Come away with me’ (Ven conmigo) es la magia de su voz y el misticismo que tiene Norah Jones (Geethali Norah Jones Shankar) al interpretar sus canciones, al tocar el piano y seducirnos con los acordes de la guitarra lo que hizo que pisara suelo patrio para convencernos que un artista llena recintos, con dos meses de anticipación, por la calidad musical y no por la proliferación de la publicidad.

Una prueba más de que el artista, en este caso, la artista, Norah Jones, ha logrado lo que pocos hacen con la fama: vivir de ella y no, para ella.

Un conocido desconocido

Jesse Harris fue el encargado de abrir el show y poner a todos a tono para lo que Norah Jones nos tenía reservado. Él (Jesse Harris) es cantante y compositor. Una mezcla de folk, pop y jazz se apodera del Centro de Convenciones María Angola . Sin mucha pena ni gloria Jesse terminó su presentación, pero pocos saben que el chico de lentes negros y barba rala tiene más de 10 discos en su haber, ha compuesto canciones para Smokey Robinson, Willie Nelson, Cat Power, Solomon Burke, Emmylou y la propia Norah; hasta podría decirse que él ha llevado a la fama a varios de los mencionados a través de sus composiciones.

La noche es de Norah

A las 9:20 p.m. Norah Jones aparece enfundada en un vestido negro con detalles blancos y el público no hace otra cosa que delirar y gritar de alegría. La cantante, pianista, compositora y actriz estaba en Lima, y había llegado para hacernos suspirar con su arte, con ese arte que la ha llevado por diferentes ciudades del mundo, que la sacó de cantar en bares a llenar conciertos en ciudades capitales, y la noche del 2 de diciembre Lima fue la elegida para ese viaje entre el blues, jazz, folk, country y pop que solo Norah puede mezclar tan bien.

Cold Cold Heart

Las luces van cambiando de colores, en la oscuridad se puede apreciar cuerpos moviéndose de un lugar a otro. Son los fans que llegan tarde, pero hacen malabares para buscar la numeración de su boleto entre la incomodidad de algunos y los empujones de otros. Norah se apodera de los acordes y empieza a seducir al público con ‘Cold Cold Heart’: I’ve Tried so hard my dear to show that you’re my every dream, parace ser una exclamación al público, parece ser una manera de entrar en los corazones del respetado que ovaciona a la neoyorquina gritándole ‘I love you’. La lista de canciones es larga cada una mejor que la anterior…

Setlist:

- Out on the road

- What am I to you?

- All I dream

- Say good bye

- Take it back

- After the fall

- Chasin pirates

- Rosie

- Creepin’ in (piano on outro)

- Must’ve been the roses

- Painter (solo)

- Don’t know why (solo)

- Sinkin’ soon

- Miriam

- Happy pills

- Stuck

- Long way home

Norah entre grullas de papel

Las luces siguen jugando con la imaginación del público, cambian de azul a naranja, del fucsia al celeste, del azul al rojo. Norah cantando entre las grullas de papel, que colgaban de delgados hilos en el escenario, invitan a disfrutar de la letra de sus canciones que no necesitaban la interpretación del idioma para saber que el sentimiento de Jones había calado en los corazones de los asistentes que, algunos con temor, coreaban las letras de Chasing pirates: ‘In your message you said, you were goin’ to bed, but I’m not done with the night…’ con un suspiro ligero el público se rindió ante el misticismo de Norah evocando los bares de la gran manzana, después de casi dos hora la bella cantante se despide de todos y el público que solo podía responder como lo venía haciendo, vuelve a aplaudir y ha ovacionar esa nostalgia que muy pocas veces llega a la agitada Lima.

‘Sunrise’ y ‘Come away with me’

El público del María Angola salió del encantamiento, unos se retiraban resignados y otros no pudieron contener las ganas de seguir escuchando a Norah Jones que no tuvieron mejor recurso que aplaudir como si el mundo dependería de ello, como si fuese la última noche de nostalgia, y la neoyorquina no pudo resistirse a este clamor.

Entre grullas brillantes se ven movimientos, son las luces las que develan a Norah y sus músicos dispuestos a complacer al público asistente… Sunrise, sunrise son las palabras que salen del público llevando el compas con las manos y dejándose seducir por la melodía. La noche se acaba y Norah nos invita a ‘irnos con ella’ entre las letras de ‘Come away with me’…

Por: MIRKOSMURGUIA

@MIRKOSMURGUIA