Desde las 6 p.m. en punto y por un espacio de dos horas, las bandas peruanas teloneras El Hombre Misterioso, Cecimonster vs Donka y Gaia transmitían una reverberación lo suficientemente fuerte para asegura un buen auspicio de lo que se vendría.

Una vez los Gaia se retiraron del escenario, el público se apretujó para pegarse más al hacía delante y estar así más cerca del vocalista de The Strokes, Julian Casablancas, quien en esta oportunidad tocaba junto a The Voidz. Eran 20 minutos pasados de las 8 p.m. y se dejaron escuchar las primeras protestas.

JULIAN CASABLANCAS, UN VOCALISTA DESARTICULADO

Diez minutos después aproximadamente pudimos ver salir a escena a un Casablancas desprolijo y rebelde que en más de una oportunidad daba la espalda al público, luciendo las impresiones de su casaca de cuero. Y al contrario de sobreactuar se mantuvo cauto y poco articulado.

Pero vale decir que su sola energía vocal bastaba para cautivar al público y tenerlo con los brazos arriba en más de una oportunidad. Sobre todo el público femenino se mostró más que feliz de escuchar en vivo el trabajo solista del cantante.

Los acordes entre olas electrónicas fueron aplaudidos y Julian poco antes de irse se atrevió un tímido “Gracias” que bastó para meterse al público entero al bolsillo cerca de las 9 p.m. Su retiro fue inadvertido y muchos se quedaron con ganas de más. Julian no presentó a su banda, ni interactuó con el público, pero las canciones que entonó fueron más que disfrutadas por quienes llegaron temprano al Parque de la Exposición.

PIXIES: LA PRIMERA VISITA

Grande fue el entusiasmo cuando los asistentes sacaron una batería donde se podía leer Pixies, y es que era la primera vez que la gran banda de Frank Black ofrecía un concierto en nuestro país. Eran poco más de las 9:30 p.m. y la gente ahora aclamaba la salida de Pixies.

No pasó mucho cuando hicieron su entrada entre aplausos y vítores llenos de energía para abrir de inmediato “Bone Machine” y acto seguido con “Wave of mutilation”, las que les sirvieron para demostrar la potencia que aun conservan. En tanto con “Gauge away”, brindó al público la oportunidad perfecta para desfogar sus energías entonando la poderosa canción.

Llegó el relevo acústico con uno de sus más recientes temas “Indie Cindy”, y luegO invitó al público a cantar “Hey”. Pero fue con “Here comes your man” que el público se puso a bailar sobre el grass. El baterista David Loering también tuvo la oportunidad de lucirse cantando “La la love you”. En otra oportunidad el concierto se convirtió en un pandemonio de palmas con “Vamos”.

Poco antes de las 11 p.m. seguían se despidieron para pesar del público que los seguía reclamando a pesar que ya no estaban en escena. Pocos minutos después de las 11 p.m. seguían armando el escenario para recibir a Placebo.

PLACEBO, FUERTES COMO EL AMOR

El sonido electrónico del tema “B3” de Placebo estalló los ánimos de quienes habían decidido sentarse para esperarlos pacientemente. Y en otros temas como “For what is worth” llamó a las palmas.

“Hola mi nombre es Brian. El nombre de mi banda de rock se llama Placebo y estoy mucho muy contento”, dijo el vocalista Brian Molko al público peruano que los recibía por segunda vez.

“Esta noche estamos aquí fuertes como el amor”, agregó para presentar su tema “Loud like love”. Pero la emoción alcanzó el grado de ‘a flor de piel’ cuando la banda tocó “Too many friends” con Brian extendiendo los brazos abrazando a su público y el acompañamiento soberbio del violin.

“Space monkey” fue una visita que nos regalaron a su recordado disco “Meds”, ayudando a la puesta en escena el material audiovisual sicodélico que se veía al fondo. Sobra decir que el coro fue entonado con voz potente.

“A song to say goodbye”, “Special K” y “The Bitter end” también fueron temas esperados que los Placebo hicieron cantar a su público, siendo el último tema mencionado un llamado violento a saltar.

Un encore que hizo esperar al público para escuchar “Teenage angst”, “Running up the hill”, “Post blue” e “Infra-red”, cerrando con este último tema la noche central del Colors Night Lights. Un atisbo de lo que podría albergar un futuro concierto en Lima de proporciones épicas si es que la audiencia sigue demostrando que le interesan estos megaeventos.

Por: Xavier Alvarado (@xavier_alvarado)