Bob Dylan recibió el viernes el galardón a la Persona del Año durante un homenaje que contó con la presencia de músicos de distintas generaciones y que estuvo a la altura de la grandeza del artista.

La ceremonia, organizada en el Centro de Convenciones de Los Ángeles (California, EEUU) por la Fundación MusiCares, asociada a la Academia de la Grabación, sirvió como puesta en marcha de la 57 edición de los Grammy, que se celebra el domingo.

La velada, con un derroche de versiones del genio de Minnesota, tuvo como objetivo reconocer los extraordinarios logros creativos de Dylan, así como su enorme impacto e influencia.

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Por el escenario aparecieron Beck (una versión muy ‘grunge’ de “Leopard Skin Pillbox Hat”), Aaron Neville (“Shooting Star”), Alanis Morissette (“Subterranean Homesick Blues”), Los Lobos (con una “On A Night Like This” bilingüe), Willie Nelson (“Señor, Tales of Yankee Power”), Jackson Browne (“Blind Willie McTell”), John Mellencamp (una mágica “Highway 61 Revisited”) y Jack White (enérgica “One More Cup of Coffee”).

Siguieron Tom Jones (“What Good Am I”), Norah Jones (“I’ll Be Your Baby Tonight”), Tedeschi Trucks Band (“Million Miles), John Doe (“Pressing On”), Crosby, Stills y Nash (“Girl from the North Country”), Bonnie Raitt (“Standing in the Doorway”), Sheryl Crow (“Boots of Spanish Leather”), Garth Brooks (“To Make You Feel My Love”) y, finalmente, Bruce Springsteen junto a Tom Morello (“Knockin on Heaven’s Door”).

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La guinda la puso el propio Dylan con “Blowin’ in the Wind” tras recibir el galardón de manos del expresidente estadounidense Jimmy Carter.

“Los críticos dicen que no puedo cantar, que sólo pego graznidos. ¿Por qué no lo dicen de Tom Waits o Leonard Cohen?”, comentó el de Duluth, de 73 años. “Fue Sam Cooke quien dijo que no importa lo bonitas que sean las voces, sólo importa que digan la verdad”, añadió.

El artista habló también de la inocencia con la que daba sus primeros pasos en la industria musical – “yo hacía algo que me salía natural, pero por alguna razón mis canciones provocaban divisiones” – y expresó su disconformidad con el estado del rock actual.

“Muy pocas bandas hoy juegan con el ritmo. No saben ni qué es eso”, declaró. Efe