Invitados especiales empezaron esta tarde el ascenso a Machu Picchu para apreciar el espectáculo de luces y sonido programado para las 18:00 horas, con motivo del centenario del descubrimiento científico de la ciudadela incaica.

Junto con ellos se observó también a los integrantes de la Orquesta Andina y la Orquesta Sinfónica de Cusco, y a los actores que acompañarán la presentación.

Luego de una mañana de sol radiante, la temperatura en la zona ha comenzado a bajar, por lo que los lugareños y visitantes llevan ropa de abrigo.

En la mañana, los asistentes quedaron cautivados con la ceremonia incaica Tinkay. El saludo ¡Allni, Machu Picchu! (¡viva Machu Picchu!) retumbó entre los andenes y la explanada adyacente a la Casa del guardián, en el santuario histórico.

La actividad empezó a las 11:15 horas. Los andenes se acondicionaron como palcos para los invitados, y se ubicaron diversas autoridades cusqueñas y los ministros de Relaciones Exteriores, José García Belaunde; de Cultura, Juan Ossio; y de la Producción, Jorge Villasante.

Por un extremo de la explanada aparecieron los ayarachis, tocando una melodía festiva con bombos y quenas. Luego ingresó el séquito real, encabezado por la coya real, las vírgenes del sol y, finalmente, el inca Pachacútec, quien agradeció a los apus Putucusi, Huayna Picchu y Machu Picchu, en una ceremonia donde se “chacchó” hojas de coca y se vertió chicha para que continúe la abundancia.

De esta manera se inició la tradicional ceremonia del Tinkay y el saludo a los cuatro suyos (división territorial del Tahuantinsuyo). Uno a uno, los representantes del Collasuyo, Antisuyo, Chinchaysuyo y Contisuyo, dieron sus reportes al inca y luego sus ofrendas. El “inca” pidió al apu Machu Picchu que “vivamos todos unidos y con alegría en el mundo y que nuestra tierra siga siendo fértil”.

Al final de la ceremonia, el inca, interpretado por el actor Nivardo Carrillo, entregó al alcalde de Cusco, Luis Flórez García, los presentes dejados por los cuatro suyos.

Luego de un receso, la ceremonia continuó, esta vez con la presencia del Presidente Alan García Pérez.

Entonces empezó la presentación de la banda de rock progresivo Los Jaivas, cuyos integrantes aparecieron de blanco, como hace 30 años, cuando subieron hasta allí para grabar un especial televisivo de su álbum Alturas de Machu Picchu.

El músico Eduardo Parra recitó unos versos que Pablo Neruda le dedicó a la ciudadela incaica en el poemario Canto General, quien decía que Machu Picchu era “la cuna del relámpago y del hombre”.

Las piezas más celebradas fueron Amor americano y el joropo venezolano Sube a nacer conmigo, hermano; y cuando, en medio de las piezas, la voz del propio Pablo Neruda, reciclada en el tiempo, recitaba a Machu Picchu.

Después tomó la posta el grupo Pachatusán, que interpretó piezas en quechua, sólo acompañados de quenas e instrumentos de percusión. Para su presentación tuvieron como invitada a la soprano puneña Edith Ramos.

El presentador oficial de la ceremonia de la mañana fue Francisco León, quien también ha representado al inca en la fiesta del Inti Raymi.