El último concierto de Amy Winehouse no tuvo el final esperado de una estrella: aplausos y elogios a la altura de su nombre. Lamentablemente, su estado impidió las performances que la hicieron famosa en todo el mundo.

Belgrado fue el último escenario que pisó la artista junio del 2011, con un notorio estado de ebriedad que le impidió pronunciar letra alguna durante la performance de su banda. En respuesta, el público perdió la paciencia y empezó a abuchear a la intérprete.

La prensa retrata este momento como vergonzoso, pues la cantante tiró sus zapatos e intentó cantar mientras se tambaleaba con la mirada perdida. Después de este triste momento, sus representantes daban por cancelada la gira por Europa.

“A pesar de asegurar que desea llevar a cabo sus compromisos, ha acordado con sus representantes que no puede dar lo mejor de sí misma y que regresa a casa. Le gustaría disculparse con todos los fans que esperaban verla en sus actuaciones, pero siento que hace lo correcto”, cita un comunicado emitido por sus voceros en aquel entonces.