Expresivo y conciso, Marcello Motta al mando de Amén sabía hacer gemir a la guitarra tanto en melodías suaves como melodías más rápidas.

Amén demostró la versatilidad que caracteriza a los buenos músicos, y además era evidente las referencias a grandes bandas y sonidos característicos de los 60’s, y 70’s como Led Zeppelin o Jimi Hendrix. La gente coreó a todo pulmón.