Piscis en el hemisferio norte corresponde al final del invierno, es la época en la que la tierra va subiendo progresivamente su temperatura, el frío se va, la nieve se derrite y comienzan a salir los primeros brotes que constituirán los frutos de la cosecha venidera. Piscis es el fin y el comienzo de la rueda del zodíaco, es el paso de la estación improductiva a aquella en la que las flores comenzarán a poner color en el paisaje.

Piscis representa la totalidad, la globalidad, por eso contiene en sí mismo los valores más elevados y por lo tanto los de más difícil acceso para el común de los mortales. Esta característica también le hace ser uno de los signos más complejos del zodíaco, pues encierra en sí mismo la bondad de ánimo capaz de fundirse en un profundo abrazo con la humanidad y con el cosmos.

Dispuesto a socorrer a quien sufre y a compartir íntimamente sus tormentos, Piscis es capaz de sacrificarse por los demás, posee una profunda espiritualidad que va más allá de la religión. Quien nace bajo este signo tiende al misticismo, debido a esta absoluta disposición de entrega y ayuda desinteresada, Piscis es un gran candidato para ser explotado por quien no tiene escrúpulos para abusar de su magnanimidad.

Piscis es extraordinariamente sensible, por ello los sentimientos de los demás le atraviesan y le modifican. Es una esponja que se impregna de las energías que le rodean. El agua de Piscis es un mar que se sumerge en las profundidades del alma, que acoge las alegrías y tristezas de los demás y se apodera de ellas para disfrutarlas y para padecerlas.

Planeta

Neptuno es el planeta que gobierna a Piscis , el planeta ‘misterioso’ que rige los hechos extraños, las ilusiones y las situaciones complicadas o ambiguas. Neptuno también rige las curiosidades, sugestiones e impulsos hacia lo desconocido, lo extraordinario y lo que escapa a las normas, pues tiene como principio la metamorfosis y la modificación de la propia existencia en relación al constante cambio de la realidad que le rodea.

El planeta ‘misterioso’ afecta la esfera de lo psíquico, de la imaginación y del espíritu de sus gobernados, Neptuno despierta la creación poético-artística y la irracionalidad de sus gobernados, así como las angustias y el miedo a los fantasmas creados por sus propias fantasías; este planeta confiere el contacto con otras dimensiones y le otorga a Piscis una gran sensibilidad y una delicadeza de sentimientos propensos a la herida continua.

Neptuno también le confiere a Piscis una gran intuición, que se convierte en un verdadero sexto sentido que guía y orienta a los peces. Al tener la posibilidad de presentir cosas, Piscis va por la vida como una antena receptora de señales visibles e invisibles, lo que le permite conectar para bien o para mal con los sentimientos de quienes le rodean. Neptuno también le otorga a Piscis un espíritu romántico, inquieto e idealista.

Fuente: Arcanos.