Existen diferentes alternativas para limpiarse de este mal, entre ellas las siguientes:

- Echar vinagre y sal gorda en un cubo lleno de agua. Fregar los rincones de la casa, comenzando desde el lugar más alejado de la puerta de entrada y acabando por ésta. Al llegar a la entrada, hacer la señal de la cruz. Luego, ir a una iglesia, echar agua bendita por la cabeza y pronunciar estas palabras: “Que la mala energía que mi cuerpo físico ha acumulado desaparezca”.

- Si no sé es creyente, se deberá acudir a algún sitio cercano, un riachuelo o manantial y echarse agua por la cabeza pronunciando las mismas palabras. Después, se debe encender una vela – en la iglesia o en el riachuelo – y dejar que se consuma. Buscar una piedra que pueda convertirse en una especie de amuleto protector. Colocarlo cerca de donde se duerme, ya que ésta absorberá las malas vibraciones.

- Asistir a santuarios donde existiera una talla de la Virgen de los Remedios y/o acudir a peregrinación de dicha Virgen. Si el afectado no podía valerse por sí mismo, un familiar deberá tomar su posición.

- Entrar en una habitación donde se pueda estar tranquilo y donde nadie interrumpa. Abrir las ventanas al menos durante tres minutos. Cerrar y quemar incienso. Colocar una fotografía de la persona que supuestamente tiene «mal de ojo». Encender la vela y pronunciar estas palabras: “Nadie podrá contra mí (o contra la persona a la que desees quitar el mal de ojo). Mi poder es superior al tuyo. Te venceré siempre que desees hacerme algún mal, Porque yo estoy con el bien, con la fuerza, con la luz”. Dejar que la vela se consuma.

- Elegir una habitación donde nadie interrumpa. Abrir las ventanas durante diez minutos; cerrar y echar agua bendita por los rincones. Después se debe rezar una oración y quemar incienso o romero. A continuación, la persona debe desnudarse y pasar un huevo por todo el cuerpo, desde la planta de los pies hasta la cabeza, como si fuera una pastilla de jabón. Después, debe cascar el huevo y echarlo (sin la cáscara) en un vaso con agua durante dos horas como mínimo. Mirar que figura forma el huevo en el vaso. Dejar que el viento se lleve las cenizas del incienso. Arrojar al retrete o a un curso de agua el huevo pronunciando estas palabras: “Que se lleve todo el mal que haya podido haber en mi cuerpo”. Realizar esta operación durante tres días consecutivos preferiblemente comenzando un martes o un viernes antes de las doce de la mañana.

Fuente: Consultorio Esotérico.