La idea de usarlos es tanto para atraer la buena suerte como para ahuyentar cualquier desgracia. ¡Si vas a Japón o por tu casa existe alguna tienda especializada, trata de conseguirlos!

Maneki neko

Probablemente, uno de los amuletos más conocidos fuera de las fronteras niponas. Su nombre significa, literalmente, “el gato que invita a entrar”, el maneki neko es un gato por lo común sentado sobre un cojín con la patita levantada (como si nos estuviera llamando) y una moneda en la otra. Sobre su cuello, cuelga un cascabel.

Su gesto con la pata levantada es el que suele hacer cualquier japonés para llamar a alguien y pedirle que se acerque. Es corriente ver esta figura en cualquier establecimiento o casa japonesa ya se cree que “llama” a la prosperidad, el dinero y el éxito (la función del cascabel, como contraparte sería la de ahuyentar a los malos espíritus). Aunque el Maneki neko viene actualmente en muchos colores, el blanco original sigue siendo el más popular.

Daruma

El daruma es un muñeco rojo, redondo, sin brazos ni pies con una suerte de cara masculina y dos círculos blancos por ojos. Su base, aunque firme, se balancea y al nunca caer, representa al esfuerzo y a la perseverancia. Un daruma es básicamente la representación de un antiguo monje budista indio llamado Bodhidharma (responsable de que la doctrina de Buda llegase a China), reconocido por su constancia para alcanzar la iluminación.

Los darumas se regalan a quienes anhelan cumplir sus más caros deseos en ocasiones especiales como un cumpleaños o Navidad. Al momento de pedir el deseo, se le pinta uno de los ojos. Si el deseo se cumple, el otro debe pintarse en señal de agradecimiento.

Omamori

Este es el amuleto por excelencia que se vende en los santuarios de Japón y está vinculado a la suerte, la salud y la fertilidad. Básicamente, se trata de un pequeña bolsa de tela que uno debe usar entre sus objetos personales (a modo de llavero, por ejemplo). Dentro, va un papel o una tablilla de madera en la que se escribe una pequeña oración pidiendo lo deseado. No debe abrirse. Si pasa y la oración queda expuesta, la protección se pierde y hay que quemar el omamori para que dicha protección pueda pasar a un nuevo amuleto. Aunque hay omamoris generales, también hay otros más específicos, dependiendo del dios al cual se invoque.

Ofuda

El ofuda es otra versión del tradicional omamori para el hogar, que es generalmente más grande y está hecho de madera o papel. En él se haya la imagen del dios o templo protector y una frase u oración piadosa para atraer sus favores. Los japoneses los colocan en la entrada de sus casas, y la caligrafía que se utiliza suele ser muy bonita y estilizada (aunque quienes no sepan el idioma no entiendan nada). Brinda protección y prosperidad al hogar, alejando también a los malos espíritus.