Los amuletos para atraer la buena suerte se emplean prácticamente desde que el hombre es hombre. Obviamente, cada cual tiene sus creencias y confianza en determinados objetos. Lo más probable es que tú también tengas el tuyo y quieras conocer otros.

Los amuletos para la suerte forman parte de la tradición humana desde tiempos remotos. Siempre hubo objetos más o menos relacionados con el buen augurio. Y cada persona tiene su historia popular. Plantas, piedras y demás elementos forman parte de este culto sin deidades que el hombre ha hecho propio.

Es muy común que se empleen hierbas u otros vegetales para preparar hechizos. Incluso algunas plantas por sí mismas son consideradas un gran amuleto de la suerte. Sin ir más lejos, el caso de la ruda puede que sea el estereotípico, junto al inefable trébol de cuatro hojas.

Otros amuletos están relacionados con cosas que emulan el mundo animal. La herradura de un caballo con siete orificios es un amuleto clásico protector y de suerte. En la cultura oriental, emplean a menudo los amigurumis, unos muñecos que simulan ser una mascota en diferentes formas y que también ofrecen protección y buen augurio.

También las piedras suelen formar parte de amuletos con total asiduidad. Ágata, ojo de tigre o el aguamarina son tan sólo tres ejemplos. Y ya ni hablemos de las estampas o imágenes religiosas, porque si no esto ya trascendería el objeto de este artículo. Cierto o no, funcionen o fallen, los amuletos forman parte del imaginario popular desde que el hombre es hombre.