La nueva entrega de la exitosa y aclamada saga Resident Evil ya está a la venta. Y se trata de una edición muy especial, ya que supone un acercamiento bastante atrevido hacia el género de los shooters online en tercera persona. ¿Está a la altura de la saga? Definitivamente no, pero puede deparar alguna que otra alegría a los fans de la acción multijugador.

Con el paso de los años, una de las series precursoras de los llamados “survival horror” o aventuras de terror, que tan moda estuvieron durante la época de las consolas de 32 bits, se ha ido alejando de ese concepto y, a su vez, acogiendo cada vez más de cerca la acción. Hablamos de Resident Evil, saga que cuenta con millones de seguidores en todo el mundo y que es uno de los activos más importantes para su compañía creadora, Capcom. El 2012 nos ofrece una nueva aventura para la franquicia, con un título que supone un paso importante para la serie ya que afronta nuevos horizontes jugables que, quizá, podrían ampliarse en el futuro.

Con Operation Raccoon City la saga se transforma en un shooter en tercera persona con un fuerte componente multijugador online, en una decisión que sin duda va a irritar a más de uno. La IP había estado coqueteando con la acción en los últimos episodios con mucha fuerza, no obstante con este spin-off el salto es definitivo, aunque no demasiado brillante. ¿El motivo? El problema dista mucho de estar relacionado con la fidelidad del título que nos ocupa con la saga Resident Evil en general, que es nula como ya se anticipó con su anuncio, el gran problema del programa es que no es gran cosa: así de simple.

Conspiración Umbrella

Uno de los aspectos más llamativos (y por qué no decirlo, atractivos) que posee Resident Evil: Operation Raccoon City es el punto de partida de su argumento. Y más específicamente, el hecho de revivir los acontecimientos ocurridos durante el famoso “Raccoon Incident” de 1998 desde otro punto de vista distinto: desde los ojos de la corporación Umbrella.

De esta forma, y como ya les hemos adelantado en otras notas, este juego se desarrolla cronológicamente durante los hechos ocurridos en Resident Evil 2 y 3. Sin embargo, en lugar de controlar a personajes como Leon S. Kennedy o Jill Valentine, protagonistas de dichas entregas, pasamos a asumir el papel del servicio de seguridad de Umbrella. Dicho equipo está formado por seis miembros muy diferentes (Lupo, Spectre, Four Eyes, Beltway, Bertha y Vector), contando cada uno de ellos con habilidades y características únicas.

¿Y qué es lo que debemos hacer? Pues, básicamente, ocultar la verdad acerca de los experimentos biológicos llevados a cabo por esta singular y oscura compañía. Y eso lleva consigo acabar con todas las pruebas que conecten a Umbrella con sus actividades delictivas y, por supuesto, eliminar cualquier amenaza que se cierna sobre su propósito. Y dicha amenaza tiene varias caras: STARS y las Spec Ops americanas. O lo que es lo mismo, que sus miembros pasan a ser nuestros enemigos, teniendo que combatir contra ellos en bastantes ocasiones a lo largo de los siete breves niveles de los que consta el modo Campaña.

Como ya les hemos advertido anteriormente, la trama como punto de partida es muy atractiva, aunque lamentablemente no está muy trabajada. Como concepto es una idea francamente buena la de tratar de rellenar ciertos huecos argumentales que dejaron tanto Resident Evil 2 como Resident Evil 3, sin embargo la ejecución deja bastante que desear con unas cinemáticas muy pobres en cuanto a lo que se nos cuenta y con unos diálogos de la misma calidad. Eso sí, debemos matizar que el título cuenta con un desenlace bastante interesante, aunque como no podía ser de otro modo no daremos ninguna pista sobre él.

La campaña individual del programa es una experiencia ciertamente insuficiente en términos de calidad y duración, y que hace que el único elemento de redención del videojuego se base en su apartado multijugador. ¿A qué se deben los problemas del modo historia? Principalmente a la monotonía de la que hacen gala todas las misiones, a la incapacidad manifiesta de la IA tanto aliada como enemiga y a la duración de apenas cuatro horas que exhibe.

Acción desgarradora y cooperativa

Como ya hemos dicho la mecánica de juego de Resident Evil: Operation Raccoon City se desliga casi por completo (con algunos matices) de lo disfrutado en la serie hasta ahora. Estamos ante un shooter en tercera persona de corte táctico, teniendo que avanzar siempre en compañía de otros tres miembros más del servicio de seguridad de Umbrella. Y como ya saben, dichos miembros pueden ser controlados por la CPU o, lo de forma más aconsejable, por otros tres compañeros más gracias al modo multijugador online cooperativo que incluye el título. Dicha modalidad funciona muy dignamente (al menos durante las sesiones que hemos podido disfrutar en la fase de testeo con la beta final), convirtiéndose en uno de los escasos puntos fuertes de esta producción.

Y es que si la inteligencia artificial de la consola que se encarga de controlar a los miembros de nuestro equipo (jugando en solitario) funciona de manera torpe, la experiencia de juego gana muchos enteros en cooperativo sustituyendo a nuestros compañeros por amigos. De esta forma podemos establecer ciertas estrategias con nuestros aliados durante cada una de las misiones, nada sencillas por cierto en los niveles de dificultad más elevados, algo fundamental en determinados momentos del juego.

Por ejemplo, en determinadas ocasiones somos atacados por uno o dos Tyrant al mismo tiempo, a lo que se suman tanto los miembros de las Spec Ops como monstruos y zombis. Ante tal panorama y si formamos un equipo compacto, lo suyo es comunicarse con los otros miembros para fijar las tareas concretas a realizar por cada uno de los cuatro integrantes del grupo. Y una de las formas más efectivas de afrontar adecuadamente esta situación tan dura que les acabamos de comentar sería dedicar dos miembros del equipo para contener las embestidas de los Tyrant, otro más para encargarse de los enemigos menos peligrosos y otro más para llevar a cabo las tareas de médico.

PUNTUACIÓN: 6.5 (Regular)