Nintendo no dará su acostumbrada conferencia de prensa previa al E3 de este año. Muchos, incluyendo la misma Nintendo, le achacan esta movida a varios factores que incluyen bajas ventas del nuevo Wii U, el hecho de que no se está presentando nueva consola y el simple hecho que sus videos de Nintendo Direct, sumados a pequeñas presentaciones a puertas cerradas, bastan y sobran para lo que quieren mostrar al público este año.

Tal vez por eso es que tiene más sentido para Satoru Iwata y compañía centrarse en mini-conferencias con un grupo selecto de prensa. A ese grupo reducido puedes mostrarle proyectos menos espectaculares, como mejoras en el Nintendo Network ó el eShop, sin temor a que se pierda su importancia. Las grandes conferencias no son tanto para medios gamers, sino más para cadenas como CNN, NBC y prensa internacional que vende la enormidad de las marcas al público en general; ese que busca “el nuevo Mario Kart” antes que “el nuevo juego de Ken Levine”.

Para eso también sirven los Nintendo Direct: mantener a la fanaticada al tanto de todo, con unboxings y novedades, y el humor que Iwata le inyecta a sus presentaciones. Y no hay que ser un genio para saber que producir estos videos (estimo yo que por unos miles de dólares, plus) es más barato que alquilar el Nokia Theater y movilizar a un ejército de marketeros y relacionistas públicos desde Redmond, WA y Japón hasta el carísimo Los Ángeles para hacer tres horas de show. Nintendo está perdiendo plata con el Wii U; bien le vendría ahorrarse unos cientos de millones de yenes.

Entonces, ¿qué gana Nintendo con todo esto? La verdad, creo que es más lo que pierde. Nintendo pierde su conferencia “monstruo”, la que los noticieros pondrían en pantalla al menos por unas semanas. Y qué decir del golpe mediático que están sufriendo en este momento con los bloggeros y noticieros alarmistas que malinterpretan esto como “Nintendo no va a E3” ó “Nintendo a punto de quebrar”. Ni Nintendo, ni sus inversionistas, ni sus fans más acérrimos y menos aún los 3rd party deben estar muy contentos.

Quienes crean que Nintendo dejará de lado el E3 como hizo con el Tokyo Game Show están equivocados. Esta situación ya la vivimos en el 2007 con el mismísimo E3, cuando la ESA y todas las desarrolladoras decidieron “acabar” con el show dividiéndolo (oh, sorpresa) en “pequeñas conferencias de prensa y presentaciones a puerta cerrada”. Pero lo que en realidad lograron fue alejarse del ojo público. Dos años después, el E3 regresó con todo. Y es que los videojuegos son entretenimiento, y como tal, necesitan venderse de manera espectacular para generar los números que necesita para sobrevivir y lucrar.

Nintendo sí asistirá al showfloor E3 2013 con todos sus demos y nuevas propuestas; simplemente no arrancará con la misma fuerza que Microsoft y Sony, quienes sí necesitan (y harán) todo el escándalo posible para que sus nuevas consolas se vean de aquí al infinito.