Bajo la dirección de , el teatro La Plaza estrenará este martes 2 de abril Yerma, el clásico de “Federico García Lorca”: que toma un vuelco inesperado intentando evidenciar el rol cada vez más activo que está adquiriendo la mujer en nuestra época.

“Cuando tenga la cabeza atada con un pañuelo para que no se me abra la boca y las manos bien amarradas dentro del ataúd, a esa hora me habré callado”. Este es uno de los textos más potentes que García Lorca puso en boca de Yerma (interpretada, en esta oportunidad, por ). La obra del mismo nombre fue trasgresora para su época (1924) pero hoy, en el 2019, hace mucho más sentido.

“La premisa para este año en el Teatro La Plaza, fue presentar obras clásicas. No la dudé y le propuse a Chela (De Ferrari) hacer Yerma”, cuenta Nishme Súmar, encargada de la dirección de esta entrega. “Hoy podemos ver a Yerma con otros ojos; no se trata sólo de una mujer que no puede tener hijos. Es una mujer que lucha contra el estereotipo de la típica esposa de aquella época, una mujer que quiere ser libre y que lucha por sus derechos, tal como lo estamos haciendo ahora”, agrega.

Yerma, una de las tres obras de teatro que forman parte de la “trilogía lorquiana”, junto con La casa de Bernarda Alba y Bodas de sangre, cuenta la historia de una mujer con el mismo nombre en la que se entrelazan el deseo personal y el mandato social de ser madre. Esto, sumado a un matrimonio sin deseo ni amor y un esposo que no comparte con ella el deseo de ser mamá, genera un argumento de crítica a una identidad femenina ligada a lo socialmente establecido.

Yerma es una mujer que lucha desesperadamente con su condición de mujer estéril, en una sociedad en la que ser mamá es lo más importante para ser una mujer plena.

En Yerma los prejuicios sociales toman cuerpo en el personaje femenino que da nombre a la obra y van construyendo la narración a través de sus padecimientos y reflexiones.

Yerma, tiene un único proyecto en el que se entremezclan el deseo personal y el mandato social de ser madre.

Un matrimonio sin deseo ni amor, un marido estéril, la presencia de un antiguo pretendiente, se combinan para desarrollar un argumento teñido de tragedia y sutil crítica a una identidad femenina intrínsecamente ligada al orden social establecido.

Es la obra teatral a la que el mismo García Lorca calificó de poema trágico y en la que desarrolló con mayor amplitud y relieve un tema central: el de la esterilidad y fecundidad.

Yerma, mujer estéril, que lucha desesperadamente con su verdad, cada vez se vuelve más conflictiva y no cede en ello hasta consumarla. El desenlace final, la muerte del marido, es la última defensa de su sueño imposible y una afirmación rotunda de su destino trágico ante la ciega fatalidad.

“García Lorca fue un hombre adelantado a su época. El plantearse el rol de la mujer más allá de los estereotipos sociales que hoy provocan el levantamiento de las mujeres alrededor del mundo es realmente visionario. Nos hemos permitido algunas licencias. Entre ellas, el final ha sido adaptado para darle más fuerza a la Yerma que creemos viviría en esta época”, finaliza Súmar.

Forman parte de esta puesta en escena Urpi Gibbons, en el rol de Yerma; André Silva (como Juan); Alejandro Villagomez (Víctor); Haydee Cáceres (La Vieja), Vanessa Vizcarra (María), Rina Corzo, Irene Eyzaguirre, Trilce Cavero, Julia Thays, , Muqui Sabogal y Adelaida Mañuico como las lavanderas.

La temporada de Yerma empieza el 2 de abril en el Teatro La Plaza de Larcomar. Las funciones van de jueves a martes a las 8 pm y domingos a las 7 pm. Las entradas ya están en Teleticket de Wong y Metro y en el call center de La Plaza 505-0550.