La actriz y cantante puertorriqueña, de 81 años, fue la oradora principal de un almuerzo en un hacinado salón en el marco de la conferencia anual del Consejo Nacional de La Raza (NCLR) en Nueva Orleans (Luisiana), en un discurso que salpicó con su característico humor y anécdotas de dolor y triunfo en EE.UU.

“Gasté valiosos años de mi vida buscando a un padre (la figura paterna) y me permití amar a alguien que no estaba implicado emocionalmente. En otras palabras, busqué el amor en el lugar equivocado, y uno de esos lugares fue Marlon Brando”, dijo Moreno.

Su relación con el actor fue “una obsesión de ocho años que casi me costó la vida antes de que pudiera conseguir la ayuda profesional que necesitaba”, resumió la actriz, que se lanzó al estrellato con su interpretación de Anita en el musical “West Side Story”.

En su nuevo libro de memorias, señaló, relata la anécdota de cómo intentó darle celos a Marlon Brando al salir con Presley.

“Ay que si funcionó, (Brando) se puso furioso. Yo había encontrado ropa de otra mujer en la casa de Marlon, y me volví loca”, recordó.

“Yo había leído en una revista rosa que Elvis quería conocerme. Bueno, para el resto de esta historia, caray, lean el libro”, aconsejó Moreno, arrancando risas y aplausos del público.

Moreno, quien emigró con su madre de Puerto Rico a Nueva York a los cinco años de edad, es la única artista latina que ha conseguido los cuatro galardones principales del mundo del espectáculo: Emmy, Tony, Grammy, y un Oscar, éste último por su papel en “West Side Story”.

“El interpretar a Anita en West Side Story me abrió una ventana para ser una mujer hispana fuerte, alguien a quien yo quería emular”, señaló Moreno, quien atribuyó su éxito a su “perseverancia”.

“Mi segundo nombre debería ser Rosa Dolores Persistente Alverio Moreno bromeó; sé que fue la determinación y la persistencia lo que impidieron que yo abandonara mi sueño”, enfatizó.

Aún así, aseguró que sus premios son hitos importantes en su carrera pero no la “definen” porque ella ha optado por “ser una persona feliz y de enorme esperanza”.

A sus 81 años, dijo sentirse “mejor que nunca” y “mas feliz que nunca”, y que una lección de vida ha sido no permitir “que la gente nos manipule”.

Moreno, que se mantiene activa aún en el mundo del espectáculo, prosiguió a firmar autógrafos durante cerca de una hora, ante una cola de admiradores que serpenteaba afuera del enorme salón en el Centro de Convenciones. EFE