“Gran compañero, no solamente actor, director, profesor, un excelente compañero de trabajo, un hermano, un hombre infatigable, luchador constante, lamento muchísimo su muerte, y solo me queda darle las condolencias a los familiares”, subrayó Reynaldo Arenas.

Asimismo, recordó que a pesar de las dificultades laborales que enfrentan los actores peruanos de rasgos andinos, como Aristóteles Picho, “supo mostrar su valentía, su coraje” y su amor por el arte escénico.

“Siempre somos los marginales, los brutos, alcohólicos, hay un racismo muy marcado en la televisión, el cine y el teatro, con respecto a la gente que vienen del Ande, esto lo hemos sentido en carne propia, no solamente Aristóteles, yo, y un montón de actores que vienen de provincia”, dijo a RPP Noticias.

Arenas refirió que Aristóteles Picho antes de enfermar, ya no lo llamaban para programas de televisión debido a sus rasgos físicos “que no encajaba en lo que pedían” ciertos productores, a lo que calificó “prejuicios que reinan en el país”.

Sin embargo, debido a la gran personalidad de Aristóteles Picho, su partida ha dejado “un gran legado, una gran experiencia” para las nuevas generaciones de actores, porque fue un “muchacho que empezó de abajo”.

También indicó que Aristóteles Picho egresado como muchos otros actores, de la Escuela Nacional Superior de Arte Dramático, se caracterizó por su “fuerza, convicción, y el orgullo de ser peruano”.

Además, dijo, era “un hombre que estaba tratando de sacar adelante la dramaturgia peruana”, un actor muy culto, versátil y extraordinario.

Aristóteles Picho (56) nació en Huancayo en 1957, y se lució con su participación en la película “La Ciudad y Los Perros” (1985), una adaptación cinematográfica de la obra con el mismo nombre de Mario Vargas LLosa, al interpretar al personaje “El Boa”.

Desde entonces, participó en diversas películas, obras de teatro, y series de televisión, así como también se desempeñó como profesor en la Pontificia Universidad Católica del Perú y Universidad de Lima. AGENCIA ANDINA