En esta ocasión, tres frailes que deciden bañarse en Piedra Liza se despojan de sus hábitos y se muestran como vinieron al mundo en múltiples escenas. La situación para ellos empeora cuando una traviesa muchacha les roba las sotanas.

El destape que elevó el rating de la novela se vuelve a repetir por partida triple. Los tres jóvenes son mostrados desnudos y de espaldas, para el deleite de la criada que seduce a uno de los muchachos.

Finalmente, Santiago el Pajarero ayuda a los tres desafortunados frailes a volver a su convento consiguiéndoles unos ponchos.