La bella garota no pudo contener el llanto tras despedirse de sus compañeros, público y conductores de Combate. La joven señaló que le gustaría ser una niña para seguir jugando con ellos, pero tenía portarse como un adulto.

Fiuza decidió regresar a Ecuador por motivos de trabajo y porque ahí está su familia. “A mí me encanta jugar, si no fuera adulta me quedaría como en el colegio jugando todo el día, pero tengo cuentas que pagar y tengo que ser responsable. Además, tengo un trabajo que quiero mucho”, indicó.

Asimismo, no dudó en agradecer a los peruanos por tanto cariño. “Gracias por todo el amor y cariño, espero regresar muy pronto”, acotó la brasileña, quien recibió un ramo de flores y el sentido abrazo de sus amigos.