Hace 30 años, un 8 de septiembre de 1990, la vida de muchos niños en Perú empezaría a cambiar. En su casa iniciaría una ‘fiesta’ al prender su televisor, ya que dos chicas junto a sus gólmodis y cíndelas llegarían a través del programa infantil .

Esas jóvenes con el tiempo dejaron de ser un dúo y poco a poco incluyeron en su mundo a otras compañeras. Para los pequeños de la casa, ellas eran conocidas como dalinas y fueron de 1990 a 1995 las encargadas de alegrar sus fines de semana.

Peru.com tuvo la dicha de entrevistar a Almendra Gomelsky, Xiomara Xibilé y Lilianne Braun, tres de las queridas animadoras que todavía son recordadas con cariño por aquellos niños que, luego de tres décadas, no olvidan sus canciones y juegos que tanto disfrutaban.

Almendra Gomelsky (AG)

Sabemos que cada programa en tu carrera tuvo lo suyo y fueron maravillosos, pero si tuvieras que escoger entre Nubeluz, Oh Diosas y Mujeres sin filtro, para repetirlo en la televisión, ¿cuál sería?

En cada etapa de la vida escogería uno diferente. Me gustaría que repitan Nubeluz o que haya por lo menos un programa para niños. Creo que es importante. Pero yo, lo que yo volvería a hacer, sería Mujeres sin Filtro, ya que tenía mucho para crecer. Somos amigas las cuatro. Nos queremos mucho. Creo que se fue en su mejor momento.

¿Crees que actualmente funcionaría un programa infantil de ese estilo, digamos un Nubeluz recargado?

Con todas las herramientas tecnológicas que tenemos actualmente. Recordemos que Nubeluz, en su momento, no existía internet, y se pudo realizar lo que se hizo. Entonces calcula todo lo que se podría llevar a cabo con las que hay ahora. Entonces sí. Tranquilamente se podría hacer un reloaded mucho más potente.

¿Por qué crees que Nubeluz cautivó no solo a niños, sino a varias generaciones? Es decir, de ser un programa infantil pasó a ser uno familiar

Nubeluz rompió fronteras, edades y géneros porque tenía todos los condimentos para ser un programa divertido, entretenido y con mensajes que traspasaron los tiempos. El día de hoy es muy común hablar de la naturaleza. Es normal que los niños pidan tiempo a sus padres. Es hablar del deporte y el bienestar. Es súper actual. Entonces eso tuvo Nubeluz. Fue visionario, irreverente, a la vez que fue un programa hecho para grandes hacia niños, pensando como niños, con el corazón de niños, siempre pensando como ellos.

Lilianne Braun

¿Cómo fue tu ingreso a Nubeluz? ¿En algún momento imaginaste el furor que causarían?

Fue todo muy inesperado, muy rápido, muchas sorpresas, sin tener idea exactamente a lo que iba. Me entrevistaron en Miami, me casé, me fui de luna de miel, regresé, e inmediatamente al día siguiente me ofrecieron viajar a Lima. Ahí se me hizo una prueba de canto, de baile, me entrevisté con todos, y prácticamente después de eso fui contratada. Todo fue muy acelerado. Me tocó aprender rápidamente todo lo que ellos habían estudiado y aprendido por mucho tiempo para ingresar al programa en diciembre de 1992.

Jamás me imaginé el furor que iba a tener, ese éxito. Todo fue muy repentino. Crecimos todos juntos. Llegamos lejos como un equipo, como una familia. Todo fue una sorpresa.

¿Nubeluz significó un antes y un después en tu vida?

Entrar a Nubeluz se convirtió en una puerta que creo nunca se va a cerrar. Siento que llevo el sentimiento de dalina en el corazón. No importa a donde llegue yo en mi carrera, lo que haga con mi vida, siempre lo llevo. El después es algo que tampoco me imaginé porque no sabía que duraría tanto, pero hoy en día después de 30 años puedo decir que se queda conmigo para el resto de la vida. El Nubeluz después siempre conmigo.

Cuéntanos sobre tus proyectos en Estados Unidos y qué tan difícil fue dejar otra vez el país para reiniciar tu vida en el extranjero

Soy una persona muy enfocada, muy ambiciosa y siempre con ganas de hacer cosas. Por más de que Nubeluz siempre está presente conmigo, me encanta ponerme proyectos, retos, cosas diferentes. Tengo varias carreras. Una en educación inicial, otra en mediadora-conciliadora de la Corte Suprema, tengo licencia para trabajar con bienes y raíces, todo eso mientras que lo he podido disfrutar, han sido retos que he tenido y he logrado. Y paralelamente he hecho todo lo que he hecho en la parte del entretenimiento. He trabajado en varios programas de televisión después de Nubeluz. He hecho bastantes cosas para el rubro de comunicaciones. He trabajado para muchas revistas. Pero sin embargo me considero una persona muy de familia. Para mí, mis hijos y mi familia siempre son mi prioridad, mientras no afecta mi paz, mi tranquilidad y el bienestar emocional de mi familia, sigo para adelante.

A pesar de estar en Estados Unidos con muchas puertas que se me han abierto aquí, nunca he dejado de estar conectada con el Perú. Especialmente en este momento que ando aprendiendo del mundo digital.

Xiomara Xibilé (XX)

¿Fue difícil dejar tu programa infantil propio para entrar a Nubeluz?

Como todos son pasos en la vida, era necesario salir de mi nido, de mi país de lo conocido que era mi programa durante tres años, para trascender fronteras, para abrirme un nuevo espacio, para entrar al Amauta y realmente empezar una etapa fantástica de crecimiento profesional, de la posibilidad maravillosa de tocar miles de corazones. Así que más que difícil fue una transición. Lo veo como un proceso maravilloso de crecimiento.

¿Alguna vez imaginaste que sería un programa histórico en la televisión?

En realidad cuando estás metido en el movimiento de la vida no te das cuenta cuál es la trascendencia que eso va a tener, pero a la medida que fuimos expandiéndonos, creciendo, cada vez habían más conciertos, cada vez nos requerían más en otros países. Trascendió fronteras hasta en Singapur, en China. Lo increíble es ver su permanencia en el tiempo. Pareciera que aún el programa estaría en vivo después de 30 años. Y eso es demasiado conmovedor y hermoso. Así que cuando estábamos ahí realmente no sabíamos la dimensión que Nubeluz iba a tener en el tiempo.

¿Cómo era Xiomara dalina y cómo es la Xiomara actual?

Creo que esa Xiomara ha permanecido en el tiempo. Una Xiomara disciplinada, juguetona, persistente, muy perfeccionista, pero sobre todo de alguna manera expresando una dulzura que tal vez me caracteriza. Yo siento que Xiomara tiene a la dalina y la dalina tiene a Xiomara para siempre. Creo que ese papel interno permanece también en mi alma y corazón. Al final es mi propia esencia.

¿Siempre estuviste vinculada con el estilo de vida saludable, yoga, etc?

Mi papá fue muy deportista, entonces siempre hubo esa invitación al movimiento, a la bicicleta, a trotar, a escalar montañas. Y luego viene toda esa parte espiritual que también fue mi propia búsqueda, donde encontré el yoga, la medicina ayurvédica, la trofología, la psicología integral.

Almendra Gomelsky, Xiomara Xibilé y Lilianne Braun

¿Cómo nace PicanteMente, el programa instagramero de los jueves que tienen Lilianne y Almendra? ¿Son muy amigas?

(LB)Almendra me insistía y decía que tenía que abrir mis redes, y debía conectarme. Yo las tenía, pero de manera personal y privada. Esta vez nos reunimos en Perú para hablar de los 30 años. Hicimos un en vivo con Almendra y nos fue súper bien. Después empezamos a conversar. Yo tenía la idea de hacer algo con ella. Siempre hemos tenido una química muy especial. Tenemos una amistad muy bonita. La distancia y las circunstancias a veces nos mantienen lejos, pero siempre hemos estado cerca de corazón. Las dos disfrutamos muchísimo el momento. Decidimos por qué no seguir haciéndolo todas las semanas. Creo que tener consistencia en las cosas es lo que te lleva a logros, éxitos y a oportunidades. Y con la esperanza e ilusión de que salgan cosas aún más grandes y lindas.

Sabemos que hay millones de anécdotas con el programa, pero ¿cuál es la que atesoran con más cariño?

(AG)En Argentina sí teníamos la posibilidad de estar mucho tiempo porque pasábamos para actuar todo el mes de julio, que también es su mes patrio. Nosotras estábamos todos los días en el Gran Rex, en Corrientes. Una vez por ejemplo, el club de fans de Xuxa, que no nos quería para nada y siempre nos hacía la pelea, hasta que un día las invitamos a ir al show. Fueron la presidenta del club de fans y algunas integrantes más, les contamos que nos encantaba Xuxa, particularmente le dije que yo había aprendido de ella. Y a partir de ese día cambiaron totalmente. Nos seguían a todos lados. Como ellos ya estaban súper organizados, armaban alborotos cuando llegábamos al teatro. Estaban muy bien organizados. Entonces si íbamos a un canal, ellas ya sabían y se preparaban. La historia fue muy linda.

(XX)Para mi por ejemplo, presentarnos en Cusco fue increíble, ese viaje que hicimos a Machu Picchu. Estar en Viña del Mar. Bajarme sin zapatos en el aeropuerto de Santiago de Chile porque se me hincharon los pies en el avión y no podía ponerme los zapatos. Vivir el temblor muy fuerte en Iquitos con Mónica. Mis amistades en Buenos Aires, pues teníamos unas giras muy largas en Argentina. Para mí la verdad es que esas giras en Argentina me marcaron la vida. Creo que escoger una no es fácil. Solo decir que cada viaje, cada puesta en escena y cada país tiene una huella en mi corazón muy profunda.

¿Planes por los 30 años de Nubeluz?

AGPues estábamos con toda la intención de hacer los 30 años, pero con todo lo que ha pasado no se ha podido. No sabemos si el próximo año se podrá. Lo que sí sabemos es que la intención está. Y solo espero que no pase mucho tiempo más para poder subirnos al escenario y poder bailar todas las canciones como fueron en los 25, que fue algo realmente increíble. Así que solo esperamos que se pueda hacer para agradecerle a toda la gente que nos ha seguido siempre. Creo que ahí cerraríamos un capítulo hermoso de Nubeluz.

LBEl reencuentro de los 20 y 25 años fue mágico, fascinante, y muy especial. No solamente para los que pudieron asistir, para nosotros también reunirnos nuevamente con tanto talento que hoy en día ha llegado muy lejos que en su momento fue parte del inicio de Nubeluz, y hoy en día tienen sus carreras.