La cantante Lucero rompió el silencio respecto al divorcio de Manuel Mijares y dijo que ambos se quieren mucho y que nunca dejarán de ser cómplices. declaró para un programa mexicano en el que da detalles del video que circula en YouTube y en el que se ve cómo Mijares cae de una silla y la arrastra a ella en medio de carcajadas.

Le preguntaron cómo está su corazón y ella respondió “estamos muy tranquilos. Cuando sacamos el comunicado, Manuel y yo entendimos y supimos que era el momento ideal para hacerlo. Nos tenemos muchísimo amor, muchísimo respeto.

Agregó que ella nunca permitirá que alguien hable mal de Manuel. “Jamás, porque además de que es un hombre fantástico y maravilloso, es el papá de mis hijos, pero es el hombre que yo escogí, de quien me enamoré para tener a mis hijos. Y él también conmigo”.

Aceptó que es un momento complicado y difícil, “pero como todo en la vida, tienes que sacarlo adelante, tienes que trabajarlo bien. Los chicos lo toman muy bien, porque ven. Los hechos son mejores que las palabras, porque no han aprendido a mentir”.

“Lejos de las opiniones de los medios que dañan todo y que inventan historias. El no tiene una pareja nueva, yo no tengo una pareja nueva. Desgraciadamente no funcionó como matrimonio, deseamos que funcione como amistad y no dejaremos de ser cómplices”.

En cuanto a la buena relación que mantienen Lucero y Mijares, no pudo faltar el comentario con todos hablando y riendo a la vez sobre las reciente fotos de la caída de ambos durante un partido de fútbol en el que participaba su hijo.

“Es que fuimos al partido de José Manuel (su hijo), Manuel se emociona porque es futbolerísimo, él se levanta para decirle a José Manuel algo, emocionado, se levanta y le dice ‘José, bien, vé por allá’ y se sienta. Como la silla estaba rebajadita para atrás, se sienta y se va para atrás, y se agarra del señor de junto y de mí; yo aleteaba para no caerme y no hubo manera, ni agarrándome del de junto y hacíamos la carambola… de repente me fui para atrás y no nos podíamos levantar de las carcajadas. Y nadie nos levantaba”.