Tras sufrir la trágica muerte de su madre Donda en 2007 debido a las complicaciones derivadas de una operación de estética, Kanye West ha obligado a su prometida Kim Kardashian a firmar un preacuerdo matrimonial que la disuade de pasar por el quirófano para tales fines, ya que en el caso de incumplir el contrato deberá indemnizarle con 500,000 dólares.

Semejante decisión no parece ser fruto de una nueva excentricidad del famoso rapero, ya que este habría descubierto recientemente que su pareja habría intercambiado llamadas frecuentes con su cirujano plástico para planear su paso por el quirófano.

“Kim ha estado en contacto con su cirujano porque tenía intención de retocarse la nariz y hacerse una liposucción en los muslos y en el vientre antes del día de la boda. Su plan era someterse a una operación el mes de marzo de 2014, aprovechando que Kanye West se va unos días a París durante esas fechas. Pero él se ha enterado y ha tirado por tierra sus planes. Amenazó a Kim con cancelar la boda si seguía adelante con la idea”, reveló un allegado a la pareja en conversación con la revista Heat.

Además de asegurarse de que Kim se mantenga fiel a su apariencia natural bajo pena de multa, el citado documento legal también limita el control y la influencia que su futura suegra Kris Jenner pueda tener a lo largo de su matrimonio con la estrella de la televisión.

“En el documento, Kanye también ha exigido que Kris Jenner que no tenga ningún tipo de influencia en las decisiones que tome junto a Kim en el marco de su vida matrimonial, e incluso en temas relacionados con la vida laboral de ambos”, reveló el mismo confidente.