En las últimas décadas se amplió oferta de festivales musicales que ocupan la agenda del entretenimiento en todas partes del mundo. Dichos eventos constituyen un importante motor dentro de la industria cultural, pues el público compone un segmento que no consume solamente música, sino que al asistir a estos encuentros establecen una serie de vínculos que terminan siendo parte de un proceso económico encadenado. De ahí que, desde finales del siglo pasado, se haya apostado por eventos de esta índole para consolidarlos como parte fundamental de la infraestructura cultural en determinados lugares.

Ostelea, Escuela de Managament en Turismo, realizó un informe sobre la industria y cómo la coyuntura está transformándola. En el 2019 las cosas pintaron muy bien y daba un panorama positivo para el 2020. Por ejemplo, Ciudad de México con el Foro del Sol, lideró los diez sitios principales de conciertos en el mundo, por número de entradas vendidas:

	Fuente: Ostelea.
Fuente: Ostelea.

Por miles de entradas vendidas

Ahora, con la expansión de la Covid-19, en todo el mundo las aglomeraciones de personas están restringidas, lo que afectó la realización de eventos deportivos, culturales, conciertos y festivales. Muchos artistas decidieron realizar presentaciones virtuales, en primera instancia, para “acompañar” a las personas en sus casas durante las fases iniciales de la cuarentena, pero con la ampliación de las mismas, los formatos digitales surgieron como una alternativa de conseguir ingresos, sobre todo para quienes se han visto más afectados por el “frenazo” de la industria.

En ese orden de ideas, existía una previsión de ingresos para eventos musicales en línea en todo el mundo que contemplaba desde el 2017 al 2024. No se sabe a ciencia cierta qué tanto podrían varias los datos, ya que no estaba prevista la llegada del virus, y si bien, el número de eventos de este tipo aumentarán, el factor de impacto económico en las personas también podría jugar en contra de la adquisición de ‘boletas virtuales’ para los eventos.

Según un análisis de Statista y de acuerdo con la Perspectiva del Mercado Digital, las cifras proyectadas (antes de la contingencia sanitaria), establecidas para los siguientes años en eventos online son: en el 2020 se esperaban recaudar US$ 24.836 millones; para el 2021, US$ 28.101 millones; 2022, US$ 30.992 millones; 2023, US$ 33.348 millones; y para el 2024, US$ 35.167 millones.

Complementado las cifras, Yadur González, Docente y Miembro IDITUR de Ostelea, destacó: “Ante la incógnita de cómo afectará el coronavirus a los festivales en el futuro próximo, existen varias hipótesis. En este escenario llama la atención que la oferta de eventos online de toda índole a nivel mundial creció 300% en marzo, según Eventbrite, el sitio web de gestión de eventos y venta de entradas con sede en Estados Unidos. Sin embargo, aún no es el momento de hacer conjeturas, aunque sí es interesante observar la respuesta de las audiencias en estos tiempos”.

Percepción a futuro

Statista también reveló una encuesta sobre el tiempo que se considera prudente esperar para asistir a un festival o concierto después de que se levanten las cuarentenas. El 35% de las personas declararon que entre dos o tres meses; el 31% aseguró que de manera inmediata; otro 16%, entre cuatro y seis meses; y el 11% considera pertinente esperar hasta que exista una vacuna.

Esto pone de relieve que un gran porcentaje de personas esperarán un tiempo prudente para asistir a espectáculos presenciales, por lo que las presentaciones virtuales seguirán teniendo una cabida importante dentro de los fanáticos.