A sus 24 años, Fernando Luque se ha convertido en uno de los actores más destacados del medio. No solo por su versatilidad a la hora de interpretar sus papeles, sino también por asumir el gran reto de dirigir destacadas obras a su corta edad.
Luego de llevar a las tablas El camino de los pasos peligrosos, Simona la perra de Pavlov y Oda a la Luna, el actor de De vuelta al barrio emprende hoy en día un nuevo reto, la dirección de la obra “Frankenstein: Jugando con fuego”, pieza literaria de Mary Shelley; una adaptación que busca tocar las inquietudes existenciales que habitan en cada uno de nosotros.
En conversación con Peru.com, el actor expresa con pasión este nuevo proyecto, donde resaltado que ha apostado por una versión bastante reflexiva de Frankenstein, con el fin de saber entenderlo y ya no verlo como un ser monstruoso que solo quiere atacar.
“Hemos intentado aterrizar a Frankenstein a una realidad cercana, reciclando todo lo que hemos tenido a la mano. Hemos tratado de respetar la historia original, la esencia. Muchos lo superficializan, idealizan a la criatura como un ser horrendo, pero es más complejo. Se trata de un monstruo que tiene gran sabiduría que piensa y reflexiona”, explica Fernando Luque sobre su puesta en escena.
“Frankenstein trata de entender las inquietudes existenciales. Tiene una vida espantosa, porque apenas nace tiene una experiencia traumática con su creador. Va creando rencor dentro de sí, porque es odiado y rechazado por la sociedad. Frente a esto se convierte en una criatura malvada, pero debido a cómo es tratado por los demás”, detalla.
En esta obra, el actor no solo intenta que el público entienda la situación y reacción del protagonista de su historia, sino también al doctor y creador de la criatura. “La obra reflexiona principalmente sobre la responsabilidad, lo importante que es asumir nuestros actos. Poco a poco el doctor acepta su responsabilidad cuando antes la evadía”, explica.
“En lugar de aceptar la muerte, él intenta corregirla. Se revela frente a las cosas, aquí es donde encuentra su tragedia, se obsesiona con su experimento y termina generando su propio infierno. En esta obra pretendemos rescatar los arquetipos universales. Tenemos la idea que es solo un monstruo que nos quiere atacar, pero es mucho más complejo”, continúa Fernando Luque.
Para este proyecto, el director cuenta con las actuaciones de Alaín Salinas, Óscar Yepez, Santiago Suarez, Quini Gómez y Alonzo Aguilar, a quienes califica como un “equipo entregado y bastante cuajado”.
“Alain ha dado un giro a la obra absoluta, sabía técnicas que yo no sabía. Hemos tratado de hacer una exploración, hemos arriesgado la manera en que estamos abordando el drama. Los actores están absolutamente preparados, han cuajado muy bien. En cuanto al maquillaje, vestuario y luces, estamos tratando de aprovechar las variedades que hay en el teatro. Tomando en cuenta opciones que ayuden a aumentar la teatralidad y presentar una obra de arte completo. Aún seguimos puliendo, pero estoy muy contento con los actores y el equipo creativo. La obra la he disfrutado cada segundo, estoy ansioso y a la expectativa de la recepción del público”, señala Luque, quien comenta que han sido meses arduos pero bastante gratificantes para sacar adelante esta obra.
Las funciones van de jueves a lunes a las 8:00 p.m. hasta el 7 de octubre. Las entradas están la venta en la boletería del CC. ICPNA (Av. Angamos Oeste 120) y en Teleticket de Wong y Metro.
SINOPSIS:
La obra toma lugar cuando Víctor Frankenstein, luego de una persecución que lo lleva hasta el polo norte, llega a acorralar al monstruo que creó en su juventud y que tanto sufrimiento le ha traído. Sin embargo; pronto se dará cuenta que el acorralado es él; su creación tiene mucho que exigir y, más que nada; muchas preguntas sobre su propia existencia.