Con 29 años de carrera artística, Fernando Armas ha sabido ganarse el cariño del público. Cuenta que en esta larga caminata ha aprendido mucho y ha tenido que afrontar algunas dificultades, nunca perdiendo el buen humor y esas ganas de hacer reír al público.
“El Fernando de hoy (después de 29 años) tiene el mismo espíritu de generar comedia y risa, pero ha aprendido a dosificar su energía porque los años hay que saberlos sobrellevar, pero sobretodo está muy agradecido con Dios”, indicó el actor cómico.
¿Ha sido difícil esta carrera?
Hacer reír me parece “fácil”, porque es lo que brota en mi corazón, en mi esencia. Establecerlo como un oficio sí ha sido difícil, porque ha sido cuestionada, estamos en una sociedad que ha desacreditado al comediante, porque lo ponen como el juerguero, el irresponsable y borracho, pero ya con el tiempo la gente reconoce quienes están en un lado y quiénes están en el otro
La coyuntura política hace que tengas más material para tus imitaciones…
La política es lamentablemente, es muy difícil dar un concepto positivo en nuestro país de la política, sin embargo, para nosotros los humoristas es un recurso amplio para generar risas, sin embargo, no es del todo feliz porque somos ciudadanos también. Nos toca hacer reír para no llorar.
¿Qué es lo que más te gusta de tus imitaciones políticas?
Imitar a los personajes políticos es bastante divertido porque haces una conexión con el público. Los personajes que van sucediendo en mi shows tienen características nefastas, sin embargo, aquí el público ya no tiende a tener un tipo de rechazo con el político, sino que los hace reír. Es bueno porque sienten que es una catarsis.
¿Cómo es Fernando Armas en la casa?
Uy, soy totalmente opuesto, si yo hago reír necesito que me hagan reír y mis hijos me hacen reír, mi esposa me hacer reír y se los agradezco mucho. Soy una persona que le he dado mucho espacio a mi carrera y he descuidado un poco a mis hijos. Ahora están grandes, siento que he debido darle más tiempo, eso me deja una deuda que en el día a día trato de complementar. Le he dado a mis hijos lo mejor que he querido, lamentablemente no se ha completado todo el paquete, pero nadie es perfecto.
¿Cuál es tu equilibrio, lo que hace que tus pies no se despeguen del suelo?
Definitivamente mi esposa, quien me acompaña en estos 29 de carrera y más de 40 años de vida, nos conocemos desde muy pequeños, tenemos de matrimonio 27 años. Somos muy diferentes, lo tenemos muy claro, pero nos sabemos entender, somos una pareja que está unida por el amor. Ambos sabemos que en el momento que estamos justos somos plenos. Es mi cable a tierra, mi esperanza y mi futuro
¿Qué te falta para cumplir tu misión?
Operarme (risas). Por el lado artístico estoy muy agradecido con lo que se me ha presentado, muchas obras, he trabajado con disciplina. En lo familiar, seguir complementándome con mi esposa, esperar que mis hijos logren sus sueños y se realicen como personas.
¿Eres más espiritual?
Sí, es que hay que entender que las fuerzas no son las mismas, todo lo que te ha dado esta vida no es porque tú solito lo has hecho, hay una fuerza que te ha movido.
Este año, Fernando Armas celebra 29 años de carrera, y lo hace asumiendo un nuevo reto: el tercer proyecto familiar. El primero fue un colegio, el segundo una cancha de fútbol en Chiclayo y el tercero y reciente, una asociación de un local de entretenimiento, donde brindarán shows y abrirán las puertas a artistas nacionales e internacionales.
Este local, el Centro de Convenciones Bianca Arena, abre sus puertas el viernes 7 de junio con el espectáculo “Humor sin filtro”. La cartelera incluye el unipersonal “Edgar Vivar es joven aún”, del querido actor mexicano, que realizará una única fecha en Lima, el sábado 22 de junio.