A cargo de Jonason Pauley y Jesse Perrotta, la iniciativa comenzó en junio de 2010 como un simple fanatismo, con el ánimo de recrear cortos del la película mezclando juguetes y actores reales por medio de técnicas como el stop motion, cuando sólo tenían 17 y 18 años, respectivamente.

Los videos de los jóvenes estadounidenses se hicieron cada vez más populares en las redes sociales, lo que los hizo grabar la película de principio a fin con una duración de una hora y veinte minutos.

El video fue hecho con tanta rigurosidad que los distintos ángulos de cámara, la iluminación y los diálogos se mantienen fieles.

Los creadores se contactaron con Pixar y este los autorizó para entregar copias gratis del remake frente al estudio, según señalaron es sus cuentas de Facebook.

La película ya está disponible en YouTube y ya cuenta con más de 1 millón de visitas.