Las salas de cine de Irán se pueden ver abocadas al cierre debido a la subida de los precios de la energía, algunos de los cuales se han multiplicado por diez en los últimos meses, informó la agencia local de noticias ILNA, especializada en cuestiones laborales.

Según declaraciones a la agencia de representantes de los propietarios de las salas de cine y autoridades del sector, muchos no han podido pagar las facturas del agua, la electricidad y el gas y han empezado a recibir advertencias de que se les pueden cortar los servicios.

Si la suspensión de los servicios se hace efectiva a un sólo local, la Junta de Propietarios de Cines podría cerrar todas las salas de Teherán como medida de protesta.

Tras la eliminación de gran parte de los subsidios a los productos energéticos y servicios por parte del Gobierno, este año el precio de la gasolina se ha multiplicado por siete, el del gas doméstico e industrial por once y productos esenciales, como por ejemplo el pan, han duplicado su precio debido a esas subidas.

Algunos sectores industriales han decidido de forma mancomunada pagar sólo una parte de las facturas de estos servicios y otros no han podido afrontar los nuevos costes, ya que los subsidios se han mantenido sólo parcialmente y para actividades muy determinadas.

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